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Colombia: Entre la paz y la guerra

El debido proceso internacional

Por Javier Ruiz Ariza.

Abogado, de Barranquilla, Colombia. Magister en Derecho, con mención en Derecho Internacional, de la Universidad de Chile. Diplomado (c) en Defensor de Derechos Humanos de Migrantes de la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” de El Salvador. Entre sus experiencias profesionales se encuentra la Oficina Regional del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, entre otras entidades con y sin ánimo de lucro. En la actualidad dirige la RSE de una empresa de transportes y se encuentra desarrollando un estudio sobre las condiciones de los migrantes colombianos en Chile en relación con los Derechos Humanos.

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Este próximo 15 de junio, un día después del debut de la selección de Colombia en el mundial de Brasil 2014, en donde espero que se luzcan sus estrellas y hagan gala de su buen fútbol consiguiendo un triunfo con un amplio marcador para mi seleccionado patrio y sin goles para nuestro contrincante, habrá otra contienda. Esta vez será en la arena política, por la Presidencia de la República de Colombia.

De un mismo tronco común emergen los dos candidatos (Oscar Iván Zuluaga y el actual Presidente Juan Manuel Santos) que se enfrentarán por el más alto cargo de elección popular o democrática, tras lograr tiquetes para la segunda vuelta presidencial con el voto de los pocos electores que nos dimos cita el pasado 25 de mayo para elegir entre los cinco postulantes iniciales.

De un mismo tronco común, porque ambos son empresarios y han estado ligados a las políticas y al polémico ex presidente Álvaro Uribe Vélez (2002-2006 y 2006-2010) y su doctrina de Seguridad Democrática. Esta consiste principalmente en dotar de armamento, equipos y hombres a las Fuerzas Militares Estatales Colombianas, para acabar de manera armada o lograr la rendición de las guerrillas colombianas, como las FARC, EPL, ELN, etc.

Oscar Iván Zuluaga fue ministro de Hacienda y Crédito Público (2006-2010) en el segundo periodo presidencial de Álvaro Uribe y elegido candidato presidencial en octubre del 2013 (en una elección que no estuvo exenta de polémica y fue catalogada como “amañada[1]” a su favor) por el recientemente creado partido político del ex mandatario Uribe Vélez, llamado Centro Democrático. Como portavoz de su partido político, encarna los pensamientos de su líder máximo y los del movimiento (Seguridad Democrática, la restricción y austeridad del Estado) y ha dicho que suspendería los diálogos de paz que se llevan a cabo en La Habana, Cuba. Afirmación de la que se ha retractado en últimas horas, como hiciera con el vergonzoso caso del hacker de su campaña que filtró conversaciones y correos de Estado[2].

El actual Presidente Juan Manuel Santos fundó en 2005 con Álvaro Uribe el movimiento político Partido Social de Unidad Nacional, que luego se conocerá como Partido de la U, y luego fue Ministro de Defensa (2006-2009) durante el segundo mandato presidencial de Uribe. Elegido Presidente de la República en 2010, bautizó su campaña con el nombre de Prosperidad Democrática, que es básicamente en una política de reactivación económica y de incentivo a la inversión extranjera en una especie de continuación o segunda fase de la denominada Seguridad Democrática del Gobierno de Uribe. Pero Santos decidió tomar tres rumbos contradictorios: primero, vincular en su gobierno personas abiertamente opositoras a las políticas del Gobierno anterior y restablecer relaciones con el gobierno de Hugo Chávez en Venezuela y el de Rafael Correa en Ecuador. Segundo, contribuir a que se destaparan escándalos que comprometen directamente al gobierno de Uribe Vélez, entre otros, el escándalo de Agro Ingreso Seguro y las ejecuciones extrajudiciales de campesinos, personas de escasos recursos que son presentados como bajas guerrilleras y que son denominados como Falsos Positivos. Otros casos de alto perfil son el desmantelamiento de la red de corrupción de la Dirección Nacional de Estupefacientes y las escuchas ilegales del Departamento Administrativo de Seguridad, las cuales involucran a gran parte de los subalternos de Uribe. Tercero, como guinda del pastel de la enemistad, citar a la cúpula de las Farc a negociar. Todos estos hechos terminaron por alejarlo de su principal aliado y supuesto jefe político, el ex presidente Álvaro Uribe Vélez. La situación incluso llevó a que lo tildaran de traidor, acusación a la que Santos contestó: “No. Yo traicioné la corrupción, traicioné el amiguismo con el paramilitarismo, las “chuzadas” y la corrupción. Eso fue lo que traicioné”[3].

Optar por un dialogo en conjunto con las FARC-EP (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia Ejercito del Pueblo) para alcanzar el anhelado sueño colombiano de conseguir la paz, en este caso bajo un acuerdo, que luego sería refrendado por el pueblo colombiano en su legitimo poder de Constituyente Primario, es lo que ha definido esta contienda electoral, donde el único objetivo es la PAZ.

Pero ¿cómo obtener la paz? Por esta pregunta es la que se enfrenta el pueblo colombiano en las urnas el próximo 15 de junio, ya que en materia económica los planes de gobierno de ambos candidatos no difieren en gran medida. Cada candidato representa una respuesta. Por un lado encontramos a Juan Manuel Santos, que en este caso representaría una salida pacífica a un conflicto que lleva más de 50 años y que ya deja un sinnúmero de victimas. En la otra orilla encontramos a Oscar Iván Zuluaga, que representa seguir buscando la paz de manera armada, lo que a la fecha solo ha demostrado que es seguir entregándole victimas a una guerra que estaría muy lejos del vencedor. Uribe Vélez en la campaña del 2002 prometió acabar con las guerrillas o grupos narcoterroristas en 6 meses y duró 8 años en la presidencia, lapso en el cual logró diezmarlas en número pero no pudo acabarlas o conseguir su rendición.

Por eso amigo lector, este 15 de junio del 2014, es un día trascendental para la democracia colombiana, porque más allá de incumplibles planes de gobiernos, se encuentra una población que merece inversión en materia de salud, educación, empleo, mejores condiciones laborales, saneamiento básico, respeto y garantías de sus derechos humanos y libertades, y sobre todo una reconciliación para mirar al futuro y convertir a Colombia en ese país que todos hemos soñado, lleno de esperanza y donde el dinero de escuelas, hospitales, infraestructuras viales y sociales, no sean las migajas que deja una guerra estéril, llena de viudas, huérfanos, desolación, pobreza, decadencia, atraso y corrupción.

Es la Paz la que se abre camino delante de un país sufrido por una guerra sin sentido y lo más sensato es elegir al candidato que representa un dialogo para un acuerdo para la Paz, en pos de terminar esta pesadilla donde los hijos mueren primero que los padres, donde hay familias desplazadas y desintegradas con niños y niñas en el conflicto, donde hemos logrado mantener un país a flote a pesar de su problema interno, donde la patria queda huérfana cada vez que hay un enfrentamiento, porque ambos bandos son hijos de Colombia, esa Colombia que es Grande y Soberana.

 



[1] https://www.notimerica.com/colombia/noticia-colombia-uribe-niega-existiese-amano-eleccion-zuluaga-candidato-presidencial-centro-democratico-20131028174049.html

[2] https://cnnespanol.cnn.com/2014/05/18/escandalo-politico-en-colombia-un-video-sacude-las-elecciones-a-pocos-dias-de-la-votacion/

[3] https://www.rcn.com.co/noticias/no-traicione-uribe-traicione-las-chuzadas-juan-manuel-santos-138449