“El juego responsable es un pilar fundamental en Dreams”

Isabella de Gregori es una abogada viñamarina que, desde la Fiscalía Corporativa de Dreams S.A., destaca que este concepto llegó para quedarse en la industria de casinos. “Su implementación es fundamental, nos interesa ser conscientes y responsables con el entorno”. No olvida las realidades del juego online y el juego ilegal en Chile.

Entrevista: Equipo LWYR.

Producción: Sarika Rodrik.

Fotos: Andrés Cabezas para LWYR.

Con una sonrisa recibió la noticia Isabella de Gregori la noticia respecto a que el Gobierno de Sebastián Piñera decidió regular la actividad de juegos online, para lo cual decidió ingresar un proyecto que regula las apuestas de ese sector. “Es una medida necesaria, la proliferación de sitios de apuestas ya resultaba preocupante”, acota.

Junto con expresar su esperanza que la iniciativa llegue a buen puerto con la administración entrante de Gabriel Boric, también pone la voz de alerta en lo que respecta al Juego Responsable. Es un conjunto de principios y prácticas que se comprometen a adoptar los casinos de juego para minimizar los efectos nocivos que una conducta desordenada pueda causar en los jugadores de casinos.

Esta abogada egresada de la Universidad Adolfo Ibáñez, y con años de experiencia en distintas empresas, entrega por lo pronto su visión general de cómo es la regulación en Chile del mercado de juego.

– Para los abogados se ve lejana la relación de la norma con el mundo del entretenimiento y en particular de los casinos. ¿En qué se sustenta hoy la regulación normativa de dicha industria en nuestro país?

– El mundo del entretenimiento, y en particular de los Casinos de Juego, está regulado de manera muy exhaustiva. En nuestro país, contamos con la Ley N° 19.995, que establece las Bases Generales para la autorización, funcionamiento y fiscalización de casinos de juego.

Le corresponde al Estado determinar las condiciones en las que los juegos de azar y apuestas serán autorizados y se desarrollarán. Chile tiene una regulación y un mercado muy restrictivo en torno al juego, con un estricto control en materia de prevención de lavado de activos y protección de los consumidores y los trabajadores, garantizando la fe pública, de manera tal que, en los casinos de juego autorizados, se respeten las reglas del juego, se paguen los premios, se asegure que no hay lavado de dinero, no jueguen menores de edad y se paguen todos los impuestos. El organismo encargado de supervigilar todo lo anterior es la Superintendencia de Casinos de Juego, organismo autónomo y con personalidad jurídica y patrimonio propio. Su función es conceder los permisos para operar de un casino de juegos, fiscalizando en terreno el funcionamiento de los casinos de juego autorizados.  Cabe hacer presente que no es posible legalmente explotar juegos de azar fuera del margen de esta ley, de manera que no está permitido tener máquinas de azar fuera de ellos casinos ni explotar los distintos juegos de casino en línea, o como se conoce comúnmente, online.

Si bien Chile prohíbe dichas prácticas, es preocupante el aumento de las plataformas de juego en línea– basta con ver las propagandas en los partidos de fútbol nacionales – y se hace necesario adoptar una regulación que converse con la realidad y que no siga siendo vulnerada. Cabe señalar que sabemos si las entidades no autorizadas que explotan juegos de casino online cumplen con los estándares que se exigen a los casinos de juego en materia de prevención de lavados de activos, protección de datos personales, garantía de la fe pública, derechos de los consumidores, entre otros, ya que actúan fuera de la ley chilena.

Esperamos que en un futuro próximo se asuma la necesidad de hacer respetar la ley en esta materia, para evitar la proliferación de sitios ilegales que atentan contra los principios que el Estado de Derecho buscar garantizar.  Si bien implica un reto no menor, las personas se merecen un marco jurídico que las proteja de manera adecuada y que, a la vez, asegure los mínimos que requiere una industria que se esmera por hacer las cosas bien. Al mismo tiempo es importante resaltar que la regulación del juego en línea, puede ser una buena fuente de ingresos mediante el pago de impuestos, permitiendo compartir las ganancias económicas con toda la comunidad del territorio en que se desarrolla el juego de azar como actividad económica.

– En relación con los problemas y desafíos que enfrenta la industria, ¿cuál es la solución para la proliferación de máquinas de juego ilegal, especialmente en la periferia de Santiago? ¿Quién es el responsable de su fiscalización?

– Una de las principales problemáticas que arrastra hace años nuestra industria es la presencia de “casinos clandestinos”, que operan con máquinas de apuestas, como tragamonedas y otros, en gran parte de las regiones de nuestro país. Son espacios que no cuentan con políticas de seguridad, y que, por supuesto no son sujetos a fiscalización, bordeando la ilegalidad y peligrosidad.

Como ya señalé, los juegos de casinos, explotados fuera de los casinos de juego, ya sea en salas clandestinas o en modalidad online, evaden las exigencias del Estado de Chile para garantizar la fe pública, la prevención de lavado de activos, el cuidado de los consumidores y el pago del impuesto específico al juego, que se suma todos los demás impuestos que gravan a todas las actividades económicas, y que hoy es de un 20% de los ingresos brutos por juegos de azar. Este impuesto específico va directamente al territorio, esto es, la municipalidad y el gobierno regional donde funciona el casino.

Así, existen verdaderas redes de casinos ilegales, es un hecho público y notorio que nos afecta no solo como industria, sino que, como ciudadanos, y que merece ser sancionado. Por lo mismo, el Estado debe abocarse a la clausura de esos espacios, y destinar contingente investigativo y policial para desbaratarlos, como PDI y Carabineros.

Lo cierto es que las autoridades y organismos públicos deben asumir esta responsabilidad en el marco de su deber de coordinación (Ley de Bases y Ley de Procedimientos Administrativos), colaborando y actuando de manera conjunta para hacer frente al problema, velando por la seguridad de los usuarios y de quienes, cumpliendo la ley, desarrollan juegos de casinos. La industria del juego -comprometida con la trasparencia y la sostenibilidad- se ve opacada por la proliferación de máquinas irregulares y sitios web no autorizados, funcionando a diestra y siniestra, sin la fiscalización efectiva de la Superintendencia de Casinos de Juego y el Ministerio Público. Es elemental robustecer la fiscalización, la persecución penal y administrativa de esta actividad ilegal y no hacer vista gorda al complejo escenario de la clandestinidad; ello hará que paulatinamente, este tipo de prácticas dejen de ser costumbre.

– En las Jornadas Legales organizadas por Dreams en diciembre del año pasado, se dio a conocer la certificación de la compañía en “Juego Responsable”. Pareciera un contrasentido, pero ¿de qué hablamos cuando hablamos de Juego Responsable?

– El Juego Responsable es un conjunto de principios y prácticas que se comprometen a adoptar los casinos de juego para minimizar los efectos nocivos que una conducta desordenada pueda causar en los jugadores de casinos. Se busca prevenir, educar y promocionar las buenas prácticas de juego, como, por ejemplo, que el cliente tenga claridad de las reglas del juego, conozca las áreas de las salas de juego, como también, que planifique su venida al casino, considerando el tiempo que va a estar y el dinero que va a apostar.

El Juego Responsable apunta a todas aquellas políticas implementadas por Dreams para minimizar o incluso impedir los efectos perniciosos que puede generar para nuestros clientes y su entorno familiar, las conductas problemáticas de juego. Su implementación es fundamental, pues ello implica que no sólo buscamos proporcionar entretenimiento, sino que nos interesa que este sea consciente y responsable para con el entorno.

Involucra todas las áreas de la compañía e implica un desafío constante y a largo plazo, pues trabajamos arduamente en la promoción de Juego Responsable entre los clientes, organizando seminarios, simposios y actividades de difusión de este. Creamos instancias para invitar a los usuarios a informarse de un juego seguro e informado, promocionamos el concepto de manera constante, a través de la entrega de folletos, por ejemplo, y nos preocupamos de estar al día con las últimas tendencias y novedades en la materia, a fin de dar respuestas efectivas.

Lamentablemente, aún estamos al debe como país porque aún no contamos con la legislación suficiente para abordar este desafío, el que asumimos desde el mundo privado y la sociedad civil -con apoyo de la Superintendencia- desde el compromiso con la comunidad y la salud mental. Obviamente, la existencia de juego ilegal -físico o en línea- empaña estos esfuerzos, ya que es imposible promover el juego responsable en sitios cuyo único fin es generar ganancias, sin aportar riqueza a la comunidad donde explotan sus servicios.

Por el contrario, nosotros queremos contribuir a que nuestros jugadores jueguen para entretenerse sanamente, en lugares seguros y que se preocupan por ellos, de manera que, si cuentan con alguna problemática eventual, la puedan resolver antes de jugar.

En esa línea, el hecho de haber obtenido la Certificación del Global Gambling Guidance Group, también conocido como Gx4, es el claro ejemplo de la responsabilidad y entrega de Dreams durante más de diez años para con el Juego Responsable, posicionándola como una compañía que cumple con los estándares europeos de cuidado hacia sus clientes. Pero también significa un enorme desafío, que nos invita a trabajar arduamente, con los Consejeros de Juego de cada unidad de negocio, y con todas las Áreas, para conseguir la renovación de la licencia y la acreditación. Así las cosas, podemos decir que el Juego Responsable es, sin lugar a dudas, un pilar de nuestra operación. Es el principio que nos permite avanzar en una industria cada vez más sostenible, que no sólo persigue generar utilidades, sino que se hace cargo de su entorno, promocionando la entretención consciente.