“El Derecho debe apostar por ser visionario y adelantarse a lo que está por llegar para ofrecer una cobertura jurídica suficiente y sin fisuras a los administrados”

Texto: Equipo LWYR.

Imágenes: Cedidas por Federico Bueno de Mata.

Federico Bueno de Mata es un académico español y doctor en Derecho, quien en la actualidad es Vicedecano de Estudiantes y Comunicación de la Facultad de Derecho de la Universidad de Salamanca. Desde ese lugar analiza la evolución de la enseñanza del Derecho en pandemia, así como el ejercicio de la profesión en un entorno cada vez más tecnologizado.

Precisamente la relación entre Derecho y nuevas tecnologías es una de sus principales líneas de investigación, por lo que su visión es que este tema llegó para quedarse y que está modificando la forma en que en el futuro se administrará justicia.

– Salamanca es la Facultad de Derecho más antigua de España y una de las más tradicionales. ¿Qué lleva a un Licenciado en Derecho salamantino a investigar sobre el Derecho y las nuevas tecnologías?

– En mi caso todo lo relativo a las nuevas tecnologías siempre me ha causado gran admiración. A la hora de plantear temas para la realización de la tesis doctoral con mi director, al momento de matricularme en el Doctorado, vimos que el tema de la prueba electrónica podría tener gran potencial. De esto hace ahora ya casi quince años y se puede constatar que es un tema que aún suscita mucho interés. En su momento fue una apuesta arriesgada, pero esa decisión constituyó que abriera una de mis principales líneas de investigación, que aún perdura y de la que he podido generar múltiples resultados.

– ¿Qué significa -y cuáles son las consecuencias- de la “digitalización del Derecho”?

– El debate sobre si existe un verdadero Derecho Digital o si en cada área del derecho se debe regular el impacto tecnológico sigue latente. A veces se duda de si estamos ante una especie de NeoDerecho Digital, pues la tecnología avanza mucho más rápido que la técnica legislativa. Desde mi punto de vista, desde el Derecho debemos entender la tecnología sin ser tecnólogos, es decir, comprender el impacto que tiene su inclusión en las garantías y los principios del proceso, así como en el resto de ramas del ordenamiento. El Derecho debe apostar por ser visionario y adelantarse a lo que está por llegar para ofrecer una cobertura jurídica suficiente y sin fisuras a los administrados.

– Usted es parte de redes internacionales como FIADI o ENATIC. Cuéntenos un poco de dicha organización y en qué consiste ser un “Abogado TIC 2.0”.

– La transferencia del conocimiento desde la Universidad también se traduce en formar parte de redes o asociaciones profesionales, pues es ahí donde surgen sinergias y proyectos de mayor o menor calado.

En FIADI, Federación Iberoamericana de Asociaciones de Derecho e Informática, actualmente ocupo el cargo de vicepresidente de Formación, donde impulsamos diferentes tareas formativas desde webinars, masters o cursos. Además esta ONG internacional organiza anualmente el Congreso Iberoamericano de Derecho Informático desde hace ya casi cuarenta años, donde participan expertos iberoamericanos de distintas partes del mundo.

A nivel nacional, actualmente ocupo una vocalía en ENATIC, Asociación Española de Abogacía Digital, donde intento conectar esa dimensión iberoamericana con España. Sin duda, hay diversos países de habla hispana que son un referente absoluto en materia de nuevas tecnologías y con los que se puede proyectar iniciativas muy interesantes a nivel profesional y académico.

– Es actualmente Vicedecano de Estudiantes y Comunicación de la Facultad de Derecho de la Universidad de Salamanca. Al respecto, ¿qué cambios positivos trajo el confinamiento y la digitalización de la enseñanza? ¿Cómo ve, por ejemplo, las posibilidades en la internacionalización del Derecho?

– Nos enfrentamos a una digitalización express. Nadie estaba preparado para lo que ocurrió, pero todos pusimos la mayor de nuestras ganas sacando una clara conclusión: la tecnología se convirtió en un aliado para realizar nuestro trabajo. En distintas administraciones públicas, desde la enseñanza a la justicia, se abrieron grandes posibilidades.

En mi caso concreto, como parte del equipo decanal de la Facultad de Derecho, realicé una labor junto con mis compañeros de equipo consistente en gestionar la pandemia y las medidas COVID-19, y puede ser una de las cuestiones más arduas que he realizado a nivel de gestión en estos 8 años que llevo como vicedecano del centro. Sin duda, sólo puedo mostrar mi admiración y gratitud al resto de mis compañeros de equipo decanal, así como a los profesores y alumnos del centro por haberse adaptado de forma ejemplar a los cambios que se venían sucediendo de manera continua a tenor de la pandemia.

– Dirige el Máster en Legaltech y gestión digital de la abogacía, y también codirige -junto a Fernando Carbajo- el Máster en Abogacía Digital y nuevas tecnologías. ¿Cuál es el enfoque de cada uno y de qué manera la Universidad de Salamanca se está posicionando como un “hub” tecnológico en la enseñanza del Derecho en España y Latinoamérica?

– Nos encontramos ante dos Másteres Títulos Propios de la Universidad de Salamanca, los cuales afrontan su cuarta (Legaltech) y su novena edición (Abogacía Digital), respectivamente. Ambos aún se encuentran en periodo abierto de matrícula durante todo septiembre de 2022, arrancando ambos en octubre del presente año.

El programa de Legaltech tiene un perfil más iberoamericano e interdisciplinar al tratar materias técnicas entrelazadas con derecho como informática forense, marketing digital o compliance entre otras. El de abogacía digital tiene un perfil más “clásico” y vinculado a normativa nacional, tratando temas en profundidad tanto desde el derecho público como el derecho privado.

Mi recomendación es que si están interesados en formarse en esta materia visiten la web legaltech.usal.es y abogaciadigital.usal.es.

– Dentro de sus líneas de investigación está la Igualdad. ¿Cómo ve la equidad en el Derecho entre hombres y mujeres en España hoy? Bufetes, academia o empresas, ¿dónde se encuentra mayor “techo de cristal” para la llegada de abogadas a los puestos de toma de decisiones?

– Por desgracia, aún queda mucho por hacer en este sentido, aunque España a nivel legislativo es un claro referente en esta materia al que Iberoamericana mira. El techo de cristal aún es una realidad.

Si bien hay una gran mayoría de mujeres estudiando Derecho, en mayor proporción que hombres actualmente al menos en Salamanca, los puestos superiores aún no lo reflejan de forma proporcional. No podemos permitir dar un paso atrás en alcanzar la igualdad efectiva a todos los niveles entre mujeres y hombres en todos los ámbitos profesionales, tanto privados como públicos.

– ¿Cuál diría usted que es un desafío del Derecho para los siguientes temas?

  1. Administración de justicia digital. Impulsar una verdadera justicia eficiente orientada al dato.
  2. Big data y plataformas digitales. Avanzar en la responsabilidad de las plataformas digitales.
  3. Compliance. Inclusión legal efectiva.
  4. Marketing digital y redes. Mayor formación interdisciplinar a todos los niveles educativos
  5. Plataformas de juego online. Concienciación y mayor regulación que evite vacíos legales.
  6. Ciberseguridad. Crear una verdadera cultura de ciberseguridad.