“Ustedes allá y nosotras acá”

Por Catalina Rojas Morales, María José Arriagada Muñoz y Javiera Silva Caro.

Alumnas de la Facultad de Derecho de la Universidad Andrés Bello.

“Aislar a las mujeres va justo en contra de lo que tenemos que lograr, que las mujeres puedan viajar donde quieran tranquilas y eso no implica separarlas”. Gloria Hutt.

Como es sabido, últimamente han ocurrido una serie de sucesos que atañe a las mujeres en nuestro país. El acoso en el metro es uno de ellos, por lo que se ha propuesto establecer carros exclusivos para mujeres. En el año 2018 en nuestro país, la diputada Loreto Carvajal propuso un proyecto para que se dejaran algunos vagones exclusivos para las mujeres en horario punta, idea que vuelve a aparecer hoy con el gobernador Claudio Orrego.

La situación descrita provoca un arduo debate en la sociedad. La controversia se genera, principalmente, porque hay diversas posturas que disputan entre sí, destacando ante todo el movimiento feminista, desde su punto más radical hasta el más objetivo. Si hablamos de las posturas más colectivas, un porcentaje de personas no consideran esto como una solución, puesto que el mecanismo no erradicaría el acoso a mujeres, sí en los vagones del Metro, pero no sería algo eficiente en su totalidad, ya que seguiría ocurriendo en el país.

Algunas opiniones más radicales señalan que este método extinguiría totalmente el acoso, dado que son los hombres quienes cometen estos hechos, volviendo a las mujeres sus víctimas. Respecto a esto, el género masculino se ha manifestado señalando que se sienten discriminados con esta iniciativa, porque es generalizar y encasillar a todos los hombres bajo el concepto de “acosadores”.

Es cierto que las mujeres nos sentimos más seguras en espacios públicos donde estamos sólo nosotras, empero, se debe apuntar a un cambio cultural, no se puede pretender que este problema se solucione de raíz con una medida que abarca las consecuencias y no la causa. La violencia de género es estructural, no debe verse como un problema temporal o esporádico. Según un estudio, el 64% de las mujeres ha vivido por lo menos un tipo de acoso durante su vida, en contraste al 25,7% de los hombres. Estos son los datos que arrojó la primera encuesta nacional sobre el acoso en Chile [1], Investigación que desarrolló el observatorio OCAC. La solución no es decir “Ustedes allá y nosotras acá”.

Este tipo de implementaciones, más que otorgar un lugar seguro, nos impide a hombres y mujeres como miembros de una misma especie, hacer uso de los espacios públicos, lo cual se nos ha otorgado como derecho. Es un trabajo colectivo recordar y repetir que no se puede agredir a mujeres en ningún espacio, que los manoseos, masturbaciones y roces son agresiones sexuales hacia nosotras. Además, pongamos el caso de que ocurra un acoso en vagones no exclusivos, y que, al momento de realizar la denuncia, a el victimario se le ocurra decir que es nuestra culpa por no haber abordado el vagón que nos reservaron para mantenernos seguras. ¿La culpa se va a seguir remitiendo en la mujer? ¿Se seguirá defendiendo al acosador? Es aquí donde se erradica la exclusión como solución, porque el problema va a persistir. La división deriva en un problema mayor, porque se nos limita el uso de algo que nos pertenece a todos por igual.

Además, cabe recalcar que hay países como México, Brasil, Japón, entre otros, en los cuales ya se ha implementado el uso de vagones exclusivos para mujeres, pero no ha funcionado. Esto ha sido demostrado en un estudio realizado en México por la UAM Iztapalapa [2], señalando que esta medida trajo algunos inconvenientes en términos de la relación que se daba entre las mismas mujeres al interior del vagón generando violencia verbal, física y psicológica entre ellas. Incluso, hubo un singular hecho en México que fue muy comentado en los medios de comunicación a fines de junio de este año: un hombre se disfrazaba de mujer para ingresar en los vagones exclusivos para realizar abusos. Por si fuera poco, en agosto se descubrió cómo algunos de los policías extorsionaban a hombres que se subían a los vagones para mujeres, cobrándoles dinero para no detenerlos. Y en Bogotá, Colombia, el sistema se implementó en marzo de 2014. Sin embargo, luego de dos años de su implementación, se anunció el fin a la medida por considerar que sus resultados eran poco favorables.

Otro punto importante y negativo que se genera producto de esta situación es que se excluye a las disidencias, que son minorías importantes en la sociedad. Con esto, nos referimos a personas transgénero y no binarias, pues estamos dividiendo la población que utiliza este medio de transporte de una manera tajante, es decir, son hombres o mujeres. Por consiguiente, se observa lo excluyente que resulta ser este método en específico, en vista de quien no se identifica con ningún género se verá obligado a encasillarse en uno de los dos, y quien se sienta parte de un género opuesto al de su cuerpo, de igual manera resultará afectado. Se debe adoptar un método eficiente, consciente y coherente, inclusivo para todas las personas.

Las soluciones que se pueden abordar junto a las autoridades son, en primer lugar, evitar las aglomeraciones, puesto que favorecen la violencia, se pierden los límites corporales, factor que contribuye a la agresión sexual. “Los manoseos ocurren mayoritariamente en el vagón, las miradas en el andén y en las escaleras. En los andenes ocurren las persecuciones, en los alrededores del metro, las violaciones, en los accesos los piropos obscenos. Indudablemente, hay una relación entre espacio y violencia. Además, los horarios y recorridos de viaje se definen en función de la violencia y de la percepción de riesgo. En este sentido, las mujeres tenemos una movilidad más restringida y un menor acceso y disfrute de la ciudad”. (“Vagones de metro exclusivos para mujeres: una medida discutida pero necesaria”, Destacados, U. de Chile, 10 septiembre, 2019).[3]

Una forma de impartir soluciones a este tema sería implementar campañas financiadas por el Estado, gobiernos regionales o municipalidades en contra del acoso sexual callejero, en donde se den a conocer los factores que abarca esta violencia, generar conciencia de que debemos auxiliar a la persona afectada y qué debemos hacer en caso de sufrir o presenciar el acoso. La presidenta del OCAC y abogada de la Universidad de Chile, Carolina Jiménez, determina que “es necesario avanzar en la detección de los espacios donde se producen las vulneraciones hacia las mujeres y hacer de ellos lugares más seguros. Además, para prevenir situaciones de acoso en los medios de transporte y en la vía pública es necesario contar con una mayor eficacia en los medios de denuncia y la implementación de campañas informativas y de sensibilización sobre el problema del acoso”.[4]

La ley 21.153 [5] entró en vigencia el año 2019 y establece el acoso callejero como delito en el caso de grabaciones y abuso sexual por sorpresa, sancionando con penas de presidio, habilitando a Carabineros y PDI para que puedan detener situaciones de flagrancia. Y, en caso de acoso verbal, persecuciones y acercamientos intimidantes hostiles o humillantes y actos de exhibicionismo, se castigarán como faltas, que tiene penas diferenciadas. Si bien esto es un gran avance en materia de Derecho, pero la ley es medio más que un fin en sí misma. Aún falta considerar la reparación a las víctimas y la prevención del acoso callejero, siendo fundamental para las políticas públicas.

Es importante que se puedan abarcar las propuestas y mecanismos de protección en conjunto a las autoridades y considerando las demás regiones del país. Trabajando un proyecto desde las comunas, gobiernos locales y regionales, porque se centralizan muchas veces estas medidas en la capital, pero el problema es mucho mayor y no abarca en un solo territorio. Las mujeres viven distintos tipos de violencia, no solamente en el transporte público, y cuando uno sale de Santiago nos damos cuenta de la poca conciencia que hay frente al tema en otras zonas del país, donde también existen problemas de movilidad para las mujeres, por lo que, los vagones exclusivos si llegasen a implementarse, estarían solucionando una pequeña parte de un gran conflicto.

Es así como el Gobierno debería considerar evitar la aglomeración, promover campañas contra el acoso sexual callejero y mejorar el sistema de seguridad en transportes públicos con mayor personal y atención a las denuncias, aplicando esto a todo el territorio nacional. Y así otorgando seguridad para las niñas, adolescentes y mujeres de Chile, un espacio común, compartido con todos por igual. No queremos sentirnos valientes al salir a la calle, queremos sentirnos libres en nuestro ejercicio público.

Bibliografía

httpss://www.elmostrador.cl/braga/2022/03/30/autoridades-anuncian-primer-plan-contra-el-acoso-sexual-en-el-transporte-publico-vagones-separados-por-genero/

httpss://www.bachillerato.uchile.cl/destacados/vagones-de-metro-exclusivos-para-mujeres-una-medida-discutida-pero-necesaria/

httpss://www.upla.cl/noticias/2020/07/21/revelador-estudio-sobre-acoso-sexual-en-chile-64-de-las-mujeres-chilenas-lo-ha-sufrido/

httpss://www.ocac.cl/wp-content/uploads/2020/07/Informe-encuesta-OCAC-2020.-Radiograf%C3%ADa-del-acoso-sexual-en-Chile.pdf

httpss://www.elmostrador.cl/braga/2017/10/24/vagones-exclusivos-para-mujeres-la-medida-contra-el-acoso-en-el-metro-que-genera-controversia/

httpss://elbigdata.mx/bignews/vagon-del-metro-exclusivo-para-mujeres-es-muy-peligroso-para-ellas-uam/98276

httpss://juntasenaccion.cl/dos-anos-de-la-ley-de-respeto-callejero-avances-y-desafios/

httpss://www.bcn.cl/leychile/navegar?idNorma=1131140


[1] httpss://www.ocac.cl/wp-content/uploads/2020/07/Informe-encuesta-OCAC-2020.-Radiograf%C3%ADa-del-acoso-sexual-en-Chile.pdf

[2] httpss://elbigdata.mx/bignews/vagon-del-metro-exclusivo-para-mujeres-es-muy-peligroso-para-ellas-uam/98276

[3] httpss://www.bachillerato.uchile.cl/destacados/vagones-de-metro-exclusivos-para-mujeres-una-medida-discutida-pero-necesaria/

[4] https://www.puroperiodismo.cl/carolina-jimenez-ex-presidenta-del-observatorio-contra-el-acoso-no-pensemos-en-vagones-diferenciados-pensemos-en-que-podamos-viajar-mas-comodas/

[5] httpss://www.bcn.cl/leychile/navegar?idNorma=1131140