Por Ignacio Rebolledo Ossandón.
Alumno de la Facultad de Derecho de la Universidad Andrés Bello.
Considero importante explicar por qué es necesario un cambio a nivel constitucional en Chile. Así como también, exponer la significancia de este proceso para mí, y -a la vez- como hito político para nuestro país.
Comenzaremos con un breve recorrido histórico de la Carta Magna, abordando las dos etapas recientes por las cuales ha pasado la constitución política vigente: desde la instaurada en 1980 (durante el periodo de la dictadura militar), las reformas que fueron incorporadas en el año 2005, hasta el reciente plebiscito del pasado 25 de octubre de 2020. Posterior a ello abordaremos otras aristas, tales como: la desigualdad social y la participación electoral en Chile.
El 21 de octubre de 1980 fue promulgada la Constitución Política de Chile, durante el período de la dictadura militar de Augusto Pinochet Ugarte. Esta promulgación se enmarca en un complejo escenario político-social imperante en ese momento. Posteriormente, “en 2005, un nuevo acuerdo político permitió introducir 54 reformas a la Carta Fundamental, mediante la Ley N.º 20.050, publicada el 26 de agosto de ese año”[1]. Desde agosto de 2005 hasta abril de 2021, la constitución ha sido reformada 58 veces. Básicamente, los pilares constitucionales son los mismos, pero con ciertas modificaciones.
Avanzando en la historia, el día 18 de octubre de 2019 ocurrió el «reventón social» más extendido, violento y significativo que ha vivido el país. Pero este fenómeno no se originó de la nada, pues las causas venían gestándose desde mucho antes. Para ser más exactos, éstas comenzaron en el gobierno de la dictadura militar. Específicamente, la constitución de 1980 (ilegítima) se manifiesta como una imposición del modelo económico neoliberal a la clase política civil chilena traicionando sus propios ideales socialistas y estatistas, para administrar herencias.
Esto conlleva a que la ciudadanía tenga rechazo hacia la época de la dictadura militar o, incluso, hacia la “transición a la democracia”, encabezada en 1990 por el expresidente Patricio Aylwin Azócar. Así lo demuestra una encuesta pública realizada el año 1991 por el Programa de las Naciones Unidas por el Desarrollo, la cual demostró que el 54% de los chilenos rechazaba o ni siquiera confiaba en el Estado o en los partidos políticos. Eso se ha mantenido hasta nuestros días, alcanzando las cifras de un 80% y 95% de rechazo en los años 2017 y 2019, respectivamente. Esta caldera cívica estaba lista para estallar, en cualquier momento[2].
Por lo anteriormente expuesto, el pueblo pide un cambio de raíz a la constitución política chilena. Esto se pudo apreciar en la realización de un plebiscito nacional, llevado a cabo el día 25 de octubre del año 2020 y en el cual se le consultó a la ciudadanía si está a favor del “Apruebo” o el “Rechazo” para que se elabore una nueva constitución política. Así, también, se votó por el tipo de órgano que se encargaría de redactar esta nueva constitución: la “Convención Constitucional”, integrada por miembros elegidos a través de una votación popular. La otra opción sería la “Convención Mixta”, conformada por parlamentarios y miembros elegidos por votación popular. La opción del apruebo triunfó con un 78,27% de la votación popular; mientras que el rechazo obtendría un 21,73% de los votos[3]. En cuanto al órgano que se encargaría de redactar esta nueva constitución, la Convención Constitucional se impuso en las votaciones, con un 78,99% de los votos. A su vez, la Convención Mixta obtendría sólo un 21,01% de los votos[4].
Indudablemente, nos encontramos en una era de cambios en cuanto al panorama constituyente chileno. Considero, en lo particular, que es una renovación necesaria desde hace mucho tiempo. Sin embargo, quizás, sea utópico pensar que los problemas del país se van a resolver de la noche a la mañana con esta nueva constitución. A pesar de ello, es un paso importante para los cambios que se deben generar, para que ella nos asegure -entre algunos puntos- una real educación de calidad para los niños, (¿por qué un niño de la comuna de La Pintana no recibe la misma educación que el niño de La Dehesa?), igualdad de justicia ante la ley, oportunidades socioeconómicas reales, entre otros. “Las desigualdades sociales y económicas tienen unos efectos importantes y duraderos sobre el desarrollo cognitivo y socioemocional de los niños y las niñas, así como sobre sus resultados educativos” (Grantham-McGregor et al., 2007; Shonkoff & Garner, 2012)[5] [6] [7].
Debido a estas desigualdades es necesario que se regule este problema a nivel de sociedad, sin importar el lugar de procedencia, la etnia, religión o postura política. Creo que es importante que las personas se hagan presentes en las instancias de participación política y efectúen su derecho a sufragio, ya que sólo de esa manera se puede lograr una real representatividad. “Chile presenta una de las mayores bajas en la participación electoral en el mundo (36%)”[8]. De la manera en cómo tenemos derechos, también debemos cumplir nuestros deberes como ciudadanos. Sin duda, entonces, éste es el momento para que el Estado genere una reconstrucción democrática, para que el pueblo modifique su pensamiento receloso frente a la política, y que realmente se sienta amparado y respaldado por el gobierno.
En conclusión, estamos transitando un momento histórico de cambios de carácter constituyente; cambios, sociales y políticos, los cuales se avizoran como una renovación democrática en pos de una reestructuración legal urgente. Sin embargo, es imperante señalar que ello sólo es posible en la medida en que todos los chilenos y chilenas cambien su mirada cívica, haciéndose partícipes, actores reales de este proceso, votando y participando en la creación de una nueva Constitución Política, escogiendo representantes idóneos para tal fin. Es decir, participar en este proceso, de manera consciente y responsable; lo cual repercutirá en una Carta Magna democrática y justa para todos. “Y que el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo no desaparezca de la faz de la tierra” (Abraham Lincoln).
[1] Constitución de 1980 y actas constitucionales. (s. f.). Biblioteca del Congreso Nacional de Chile. Recuperado 28 de abril de 2021, de httpss://www.bcn.cl/historiapolitica/constituciones/detalle_constitucion?handle=10221.1/60446#:~:text=y%20Actas%20constitucionales-,Constituci%C3%B3n%20Pol%C3%ADtica%20de%20la%20Rep%C3%BAblica%20de%20Chile.,21%20de%20octubre%20de%201980&text=Promulgada%20el%2021%20de%20octubre,del%20general%20Augusto%20Pinochet%20Ugarte.
[2]Salazar, G. (2019). El «reventón social» en Chile: una mirada histórica. octubre 27, 2019, de CIPER Sitio web: httpss://www.ciperchile.cl/2019/10/27/el-reventon-social-en-chile-una-mirada-historica/
[3] Biblioteca del Congreso Nacional de Chile. (2021). Constitución Política de la República de Chile. Texto promulgado por Decreto Supremo N° 1.150, de 21 de octubre de 1980. Abril 8, 2021, de Biblioteca del Congreso Nacional de Chile Sitio web: httpss://www.bcn.cl/historiapolitica/constituciones/detalle_constitucion?handle=10221.1/60446
[4] Op. Cit.(httpss://www.bcn.cl/historiapolitica/constituciones/detalle_constitucion?handle=10221.1/60446)
[5]httpss://learningportal.iiep.unesco.org/es/fichas-praticas/improve-learning/estudiantes-y-estructuras-de-soporte/desigualdades-socioecon%C3%B3micas
[6] Sal Grantham-McGregor, S, Bun Cheung, Y, Cueto, S, Glewwe P, Richter L, Strupp, B. (2007). Developmental potential in the first 5 years for children in developing countries. enero 12, 2007, de ScienceDirect Sitio web: httpss://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0140673607600324
[7] Andrew S. Garner, Jack P. Shonkoff, Benjamin S. Siegel, Mary I. Dobbins, Marian F. Earls, McGuinn L, Pascoe J and L. Wood, D. (2012). Early Childhood Adversity, Toxic Stress, and the Role of the Pediatrician: Translating Developmental Science Into Lifelong Health. enero 1, 2012, de American Academy of Pediatrics Sitio web: httpss://pediatrics.aappublications.org/content/129/1/e224.short
[8] Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. (2017, octubre). Diagnóstico sobre la participación electoral en Chile. httpss://www.undp.org/content/dam/chile/docs/gobernabilidad/undp_cl_gobdem_DIAGN%C3%93STICO%20SOBRE%20LA%20PARTICIPACI%C3%93N%20ELECTORAL%20EN%20CHILE.pdf