Matrimonio igualitario y adopción homoparental

Por Javiera Silva Caro.

Alumna de primer año de Derecho en la Universidad Andrés Bello.

Uno de los temas que se ha mantenido sobre la mesa para incluir en la nueva Constitución de Chile ha sido la igualdad de derechos entre parejas hetero y homosexuales, siendo los más nombrados el matrimonio y la adopción de menores. Dichos derechos están siendo exigidos por y para los miembros de la comunidad LGBT para que puedan construir una familia con total libertad de decisiones y deseos llevados a cabo.

En diversas oportunidades se han presentado proyectos de ley con la finalidad de que el matrimonio entre personas del mismo sexo sea factible, algunos de ellos en los años 2008, 2010 y 2014. Estos fueron propuestos por algunos senadores y diputados de esas épocas, pero ninguno de ellos consideró la filiación ni tampoco fueron causa de una discusión legislativa. Sin embargo, en abril del año 2015 fue promulgada y publicada la ley 20.830[1] que estableció el Acuerdo de Unión Civil (AUC), en el cual se establece la unión entre dos personas naturales sin importar si son de igual o distinto sexo y que es reconocida por el Estado de Chile, sin ser un vínculo matrimonial.

Pese a concretarse la Unión Civil en nuestro país, el matrimonio igualitario en Chile actualmente no es una posibilidad para las parejas que lo desean, pues ni el Estado ni la Constitución de nuestro país lo permiten. Eso genera que personas emparejadas de la comunidad LGBT, y con deseo de formalizar el vínculo por medio de dicha institución, se vean restringidas. Del mismo modo, éste es un derecho del que se ha privado a parejas homosexuales porque ha sido establecido que tal institución tiene como función procrear, por lo que también se genera una contradicción con la manera de vivir actualmente, pues hay matrimonios que no tienen hijos porque no pueden o, incluso, por decisión propia. Debido a esto, en la nueva Carta Fundamental debería implementarse el matrimonio como un vínculo entre dos personas que así lo deseen, sin imponer de qué sexos deben ser las parejas que pueden realizar este acto.

Por lo antes ya señalado, y sumado a esto la homofobia presente fuertemente aún en el territorio chileno, han surgido manifestaciones para que pueda llevarse a cabo tal matrimonio con total libertad y que éste sea mirado por el resto con absoluta normalidad. Gran parte de la sociedad desea que estas parejas puedan vivir como cualquier otra, y que si el matrimonio homosexual llega a ser parte de nuestro país sea un acto de amor legítimo y posible, sin discriminaciones por tener una orientación sexual diferente al resto, que exista respeto hacia lo diverso, aunque no se comparta, que como matrimonio puedan desenvolverse en la sociedad con oportunidades alrededor y que gocen de su vida en pareja.

Otro punto que ha sido material de polémica y debate es la adopción homoparental, que cuenta con diversas posturas y que fueron discutidas cuando se llevó a cabo la votación sobre el «Proyecto de reforma de adopción homoparental», teniendo éste, por medio de controversias, su aprobación por parte del Senado y la Cámara de Diputados. Los argumentos de cuyo resultado están fundamentados por el derecho que poseen los menores de tener una familia, siendo establecido en el proyecto que ésta puede ser otorgada sin importar su composición. Además de la búsqueda de acabar con la discriminación a hijos de parejas homosexuales y también a estas últimas. Se planteó también que, al ser posible la adopción homoparental, será más accesible alcanzar el matrimonio igualitario. De igual manera, en el proyecto se señala que de haber un caso en el cual el menor manifieste que desea una figura tanto materna como paterna, debe considerarse. Éste es un proyecto ya aprobado, el cual no ha sido efectuado aún en nuestro país, y que por esto mismo espera ser incluido en la nueva Constitución.

Actualmente un gran porcentaje está de acuerdo en atribuirle el derecho de ser padres a una pareja homosexual y, sumado a esto, la comunidad perteneciente a dichas parejas continúa su lucha para lograrlo. Por otro lado, está la homofobia como principal punto para denegar este posible proceso futuro, ya que la mayoría de los fundamentos corresponden a una parte de la sociedad que no tolera la homosexualidad ni está dispuesta a hacerlo. Los miembros del actual Gobierno de Sebastián Piñera se encuentran, de igual manera, divididos con relación a este tema. Algunos de ellos están a favor de este hecho y otros en contra, incluyendo a los que no están de acuerdo al ya mencionado Presidente de la República, quien abiertamente ha reconocido que no aprobaría la adopción de menores por parte de una pareja homosexual.

Sin embargo, la realidad de la situación es que se tiene conocimiento de múltiples ocasiones en donde los derechos de menores que se encuentran en el SENAME de nuestro país, se han visto vulnerados, siendo víctimas de abusos, golpes, violaciones u otros actos delicados. Esto hace alusión a la necesidad inmediata con la que se necesita otorgar una familia a esos niños, y también a la urgencia con la que, como país, se debe abandonar la discriminación y permitir que todos los miembros de Chile tengan las mismas posibilidades en temas como éste.

En conclusión, la nueva Constitución de Chile debería considerar a cada una de las personas de su sociedad, sin importar su orientación sexual o condiciones en las que se encuentre. En la nueva Carta Fundamental que se aproxima y que, por ende, regirá a Chile, se espera que cada miembro de la comunidad LGBT sea considerado, que tengan el derecho de vivir una vida en pareja, acompañados por quienes lo deseen, y que se sientan cómodos en su país.

Las personas homosexuales han sufrido de discriminación, marginalización e, incluso, ha habido casos de extrema homofobia en los que muchos de ellos han resultado abusados, torturados y asesinados. Hoy en día se lucha para que puedan ser libres en su propia vida, sin encontrarse reprimidos, donde puedan comprometerse matrimonialmente y adoptar quienes así lo quieran, además de ser aceptados y mirados como cualquier otro ser humano, sin juzgarlos por tener una diferente opción en un ámbito en el cual somos libres de elegir.


[1] Biblioteca del Congreso Nacional de Chile/ BCN. Ley 20.830 Crea el acuerdo de unión civil. 21/04/2015.  httpss://www.bcn.cl/leychile/navegar?idNorma=1075210