Pilar Aranda es abogada por la Universidad de Valparaíso, trabaja en el sector público y hoy está completamente inmersa en le crisis política derivada de la invasión rusa a Ucrania. No obstante, ella siempre ha estado conectada con la realeza europea, lo que la animó a crear una cuenta de Instagram donde la comenta y analiza. ¿La razón? ¡Simplemente porque le gusta!
Texto: Equipo LWYR
Producción: Sarika Rodrik
Imágenes: Andrés Cabezas, para LWYR.
Desde un comienzo declaramos a los cuatro vientos que LWYR se creaba como una plataforma para mostrar a los abogados no solamente como litigantes, asesores o académicos, sino que también para descubrir la veta oculta que apasiona a muchos juristas.
En ese sentido, veníamos hace mucho tiempo persiguiendo a Pilar Aranda para entrevistarla. Y es que esta abogada viñamarina es demasiado entretenida e interesante. Fue candidata a Miss Chile, egresó de la Universidad de Valparaíso, trabaja en el sector público y en su cuenta de Instagram se nota la formación jurídica, ya que opina con todo conocimiento desde el conflicto ruso-ucraniano hasta las demandas de Harry y Meghan contra la prensa británica.
– Con su cuenta de Instagram @royalcriolla analizas los pasos de la realeza europea principalmente con relación a estilo. Pero como abogada ¿cómo ve el futuro de la monarquía, especialmente en España, donde ha sido cuestionada últimamente por los hechos vinculados al emérito Juan Carlos y a su hija Cristina?
– Actualmente veo que en España la monarquía como forma de Estado se ha fortalecido en comparación hace unos años atrás. Que el Rey Juan Carlos abdicara en su momento fue lo más sensato para el futuro de la Corona Española, tras los diversos cuestionamientos que acarreaba en ese momento: su viaje de cacería a Botswana en medio de la crisis, lo que significó el Caso Noos y el consiguiente alejamiento de su hija menor, la Infanta Cristina, junto a su entonces marido Iñaki Urdangarín de la Familia Real… La imagen profesional que manejan Felipe y Letizia de sus quehaceres como Reyes de España también ha sido clave. Son “quitados de bulla” y salvo algún que otro episodio infame (como aquel en Mallorca a la salida de la misa de Pascua y el lío de las fotos con Doña Sofía), sólo hacen noticia por sus actividades.
Además, creo que el hecho de que Letizia sea una mujer profesional -periodista- y haya destacado como tal por mérito propio con anterioridad a su compromiso, también ha sido un aporte trascendental en la modernización de la Monarquía. Sabe qué y cómo controlar información e imagen. Bueno, de aquel episodio en Pascua quedó en evidencia que como madre cuida mucho, además, la privacidad de sus hijas. Finalmente, la difícil decisión de Felipe de tomar cierta distancia de su padre tras las investigaciones por diversos delitos demuestra finalmente a la gente que, aunque cueste, debe prevalecer el bien común por sobre el bienestar personal del Rey.
– En relación con el Reino Unido, vemos una serie de líos judiciales. Explíquenos un poco los términos del acuerdo del Príncipe Andrés por el caso Epstein y los juicios en contra de medios de comunicación iniciados por Enrique y Meghan Markle.
– Respecto del acuerdo alcanzado hace un par de semanas entre el Príncipe Andrés y la demandante, Virginia Giuffre, hay que tener presente que se trataba de una demanda, en sede civil, por la cual ella lo acusaba de abuso sexual siendo ella menor de edad. Esto, bajo la New York’s Child Victims Act de 2019, que permitió durante 2 años que víctimas de abuso sexual infantil pudiesen solicitar ser compensadas en aquellos casos en que el delito estuviese prescrito.
Andrés durante los 2000 fue un amigo bastante cercano a Epstein, se les veía junto en fiestas, en casa de Epstein en Nueva York, incluso asistiendo, Epstein junto a Ghislaine Maxwell, a Royal Ascot. Jeffrey Epstein facilitaba niñas a sus contactos, las que previamente eran reclutadas por Maxwell. La defensa de Andrew fracasó previamente en su pretensión de que la demanda fuese rechazada, argumentando que la víctima sólo buscaba recibir dinero nuevamente, haciendo alusión a los acuerdos alcanzados con Epstein y Maxwell en 2009 y 2017, respectivamente. El acuerdo entre Andrés y Virginia consiste en el pago de una suma que, si bien no se ha hecho pública, se dice que es de aproximadamente 12 millones de libras esterlinas.
Obviamente, la pregunta de rigor fue ¿quién financia dicho pago? Si bien algunos especulan que la Reina habría financiado parte del monto de su Privy Purse, nada ha sido confirmado. Lo que sí se sabe es que parte de ese dinero sería para Virginia y el resto para su fundación Soar (Speak Out, Act, Reclaim), que brinda apoyo a sobrevivientes de trata de personas. En todo caso, en el acuerdo Andrés no reconoció los hechos investigados, y lamenta su vinculación pasada a Epstein. De esto último, personalmente, dudo profundamente, ya que tras haber sido condenado Epstein en 2008 por “solicitar servicios sexuales de una menor”, fue posible verlos caminando por Central Park en 2010. Dime con quién andas y te diré quién eres. Hace un par de días atrás se publicó que la procedencia del dinero no podrá ser investigada por el Parlamento británico, ya que existe una antigua costumbre por la cual los Comunes no pueden discutir acerca de la realeza.
En cuanto a la demanda de Meghan Markle en contra de Mail on Sunday, que publicó la carta que ella escribió de puño y letra a su papá, Thomas Markle, en la que le pedía que por favor dejara de hablar con la prensa, que ya le había hecho demasiado daño, en fin, una carta muy personal. La demanda fue por violación de privacidad e infracción de derechos de autor. Durante el juicio, lejos lo más “sabroso” fue que Meghan negó en un momento haber colaborado con los autores del libro “Finding Freedom”, lo cual fue más tarde desmentido por quienes fueron asesores de los Sussex en ese entonces, aportando como medio de prueba copias de los correos con instrucciones tanto de Harry como de Meghan para las reuniones con los autores, lo que llevó a Meghan a que declarara más tarde durante el juicio que tuvo un lapsus mental.
Finalmente, Meghan recibió £1 por “nominal damages”, es decir, una suma de dinero pequeña que se concede a quienes han sido víctimas de un hecho o acto ilegal, pero que no han sufrido un perjuicio, mientras que por la infracción a copyright el Tribunal determinó que la cifra fuese convenida por las partes, acerca de lo cual no hay información alguna.
– En pleno 2022 puede resultar difícil para algunos sostener el apoyo a las monarquías parlamentarias. No obstante, se dan en países no solo con grado alto de bienestar, sino que también son apoyadas por la gente. ¿A qué cree que se debe?
– Creo que principalmente se debe a dos cosas: Primero, que el poder político lo tiene el Parlamento, y que el poder ya no recae sobre sólo una persona que no ha sido elegida democráticamente, sin perjuicio de lo cual igual existen detractores, quienes argumentan que están manteniendo a un grupo de personas que no representan actualmente un aporte.
Por otra parte, muchos reyes actualmente tienen un rol más unificador y de identidad de sus súbditos, encarnan los valores de sus respectivos pueblos y se dedican a promover causas que actualmente nos preocupan a todos: un buen ejemplo son los Duques de Cambridge. Hace ya varios años vienen trabajando en cuestiones relacionadas con la salud mental, mientras que por su parte William se ha dedicado en último par de años a promover la conservación y cuidado del medioambiente, algo totalmente heredado de Carlos, lanzando el Earthshot Prize, mientras que Catherine ha dirigido sus esfuerzos a la protección y desarrollo de la niñez, lanzando en 2021 The Royal Foundation Centre for Early Childhood, entendiendo que los primeros años de desarrollo del ser humano son claves para su futuro.
– Letizia Ortiz, Máxima Zorreguieta o Mary Donaldson son mujeres profesionales: periodista, economista y abogada. ¿Cómo cree que influye su formación en el rol que están cumpliendo?
– Siento que haber trabajado en sus respectivas áreas, viniendo de familias “normales”, les da otra perspectiva del mundo de la cual una persona nacida y criada en la nobleza normalmente carece, pese a que muchos royals, sino todos, hoy asisten a la universidad.
En los tres casos se trata de mujeres con opinión y fuertes convicciones, que supieron adaptarse de excelente manera en sus roles y que utilizan día a día las herramientas que sus carreras les dio para ejercer estas funciones. ¡Ni hablar del caso de Mary y Máxima, que además tuvieron que aprender otro idioma en tiempo récord! Son mujeres que proyectan y que, aunque muchos no lo crean, trabajan bastante por y para sus causas. Las actividades públicas no son lo único que hacen.
El glamour es algo que viene por añadidura, lo cual claramente aprovechan para dar visibilidad a éstas. Sólo es una plataforma más, como los trabajos de cualquiera de nosotras, que como mujeres saben utilizar para dar a conocer sus proyectos e ideas. Me gusta que el rol de consorte ya no sea tan pasivo. Definitivamente estas plebeyas, como una, han dado un giro en 180° a éste con relación a sus predecesoras y son actores relevantes en sus sociedades. Antes, mujeres de estas características eran excepcionales. Hoy es mucho más frecuente encontrarlas.
Estoy expectante por ver qué valores traspasan a sus hijas, ya que estamos ante una camada de adolescentes que en algunas décadas tomarán el rol que hoy tienen sus padres, como es el caso de Estelle de Suecia, Leonor de España, Caterina Amalia en Holanda, Elisabeth en Bélgica e Ingrid en Noruega.