Protección de datos personales: Un imperativo empresarial

Por Oscar Pérez García.

Abogado chileno en España. Fundador de Litis Company.


Ya es un hecho. Como sabemos, la promulgación de la Ley N°21.719 marca un antes y un después en la gestión de datos personales en Chile. Con la modernización de la antigua Ley N°19.628 de 1999, las empresas deben adoptar medidas concretas para garantizar el cumplimiento normativo y evitar severas sanciones. La creación de la Agencia de Protección de Datos Personales representa un factor determinante en este nuevo escenario, otorgando a las autoridades facultades para fiscalizar y sancionar incumplimientos.

Para las empresas, la implementación de una política de protección de datos no es solo un requisito legal, sino también un elemento estratégico. Adoptar un modelo de cumplimiento robusto minimiza riesgos financieros y reputacionales, además de generar confianza en clientes y socios comerciales. La normativa exige una gestión proactiva, lo que implica la adopción de modelos de cumplimiento, evaluación de impacto y medidas de seguridad adecuadas.

El régimen sancionatorio de la nueva ley impone multas significativas que pueden alcanzar hasta 20.000 unidades tributarias mensuales en casos gravísimos. Empresas de gran tamaño reincidentes en faltas graves o gravísimas pueden enfrentar multas equivalentes a un 4% de sus ingresos anuales, una medida alineada con normativas internacionales como el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) de la Unión Europea.

Por ello, las empresas deben tomar acciones inmediatas, como la designación de un responsable de protección de datos, la capacitación del personal en materia de privacidad y la implementación de mecanismos para la detección y gestión de incidentes. Asimismo, contar con procedimientos claros de respuesta ante vulneraciones es clave para mitigar sanciones y preservar la reputación corporativa.

En definitiva, la nueva normativa no s{olo impone obligaciones, sino que también brinda la oportunidad de diferenciarse en el mercado mediante una gestión responsable de los datos personales. Las empresas que prioricen la protección de la información estarán mejor posicionadas para competir en un entorno digital cada vez más exigente. La clave está en actuar con anticipación y adoptar una cultura organizacional que valore la privacidad y la seguridad de los datos.