Paraguay, el paraíso de los inversores en América Latina

Por Olinda Llano.

Abogada por la Universidad Nacional de Asunción, egresada en el año 2019. Cuenta con amplia experiencia en derecho corporativo. Actualmente se desempeña como encargada del área de asuntos migratorios del estudio Mayn Legal Corporativo de Asunción, Paraguay. Desde ese lugar colabora a que los extranjeros puedan establecerse con seguridad en Paraguay, brindándoles todas las herramientas legales antes, durante y al final de su desembarco en el país.


Hoy, al hablar de inversiones en Paraguay, automáticamente podemos pensar con mucho orgullo en la reciente calificación que la agencia Moody’s otorgó al país.

Debido a la estabilidad económica y con la perspectiva de un constante crecimiento, recientemente la agencia Moody’s otorgó al Paraguay la calificación de grado de inversión, catapultándolo así a las grandes ligas en materia de crecimiento económico.

Actualmente, este país se ha convertido en un destino atractivo y prometedor para inversores extranjeros que están en búsqueda de nuevas oportunidades de negocios. Y no es para menos, principalmente por la estabilidad de la moneda (el guaraní), así como la estabilidad de la política fiscal, cuyas cualidades han permitido a las autoridades controlar la inflación y mantener un crecimiento económico sostenido. Sabemos que el Paraguay cuenta con reservas internacionales importantes, lo que se denomina “colchón financiero”, porque ayuda a mantener la estabilidad cambiaria y a proteger a la economía nacional de choques externos. Además, el sistema bancario paraguayo es bastante robusto y bien capitalizado.

Ahora bien, cuando hablamos de crecimiento económico sostenido, podemos citar a sectores como la agricultura, la ganadería, la energía y la industria, los cuales están en auge en el país y sobre lo que los inversores extranjeros encuentran seguridad y un ambiente confiable para su explotación. Además, el gobierno de este país se ha encargado de impulsar un entorno favorable para los extranjeros a través de políticas de incentivos fiscales, protección de la propiedad privada y un marco legal transparente.

Otro factor relevante es que Paraguay cuenta con un nivel de endeudamiento público considerablemente bajo en comparación a otros países de la región, lo cual facilita una base sólida para la estabilidad económica a largo plazo.

La siempre vigente ley de inversiones es bastante flexible y brinda beneficios fiscales y garantías a los inversionistas, lo que crea un ambiente propicio para el desarrollo y expansión de sus proyectos. Así tenemos que el esquema tributario en Paraguay es muy sencillo y competitivo; a diferencia de otros países de Latinoamérica, tanto el Impuesto a la Renta Empresarial, el Impuesto a la Renta Personal y el Impuesto al Valor Agregado se mantienen en 10% cada uno. Asimismo, el Impuesto a la Distribución de Utilidades es del 8% para residentes y del 15% para no residentes, siendo así el país con menor carga impositiva en la región.

Ahora bien, ¿Por qué es importante para un extranjero saber la diferencia entre los porcentajes en cuanto a los impuestos a la distribución de utilidades? En Paraguay, como se menciona más arriba, el IDU (Impuesto a la Distribución de Utilidades) es menor para un residente paraguayo que para un extranjero. La empresa, al momento de distribuir las utilidades, retiene el 8% de lo que le corresponde al residente, percibiendo este entonces el 92% de las utilidades; mientras que al no residente, la empresa le retiene el 15% en concepto de impuestos, percibiendo este, entonces, el 85% de las utilidades que le corresponden.

Es por eso que al inversionista le conviene aplicar al proceso para obtener el estatus de residente en Paraguay, más que nada por los beneficios impositivos a los que puede acceder. Conforme a la Ley N° 6984/22 de Migraciones, hoy por hoy una persona física extranjera para ser residente en Paraguay debe primeramente aplicar a la Residencia Temporal, cuya validez es de 2 años. Sin embargo, al ser inversionista, un extranjero puede aplicar directamente a la residencia permanente, por gozar de este estatus, y por tener la intención de invertir en Paraguay una cantidad mínima de USD 70.000, a través de un vehículo legal (S.A. o E.A.S, tipos de empresas más utilizadas en Paraguay), además de contratar al menos 5 personas a fin de otorgar fuente de trabajo en el país. Esta categoría de residencia tiene una validez de 10 años. Si bien, tanto el carnet de residencia permanente como el documento de identidad poseen dicha validez, el estatus de residente permanente es por tiempo indefinido.

Ambas categorías de residencia otorgan al inversionista la posibilidad de formar parte del directorio de una empresa, no obstante, pueden ser directores o representantes legales o síndicos las personas que posean cedula de identidad paraguaya, mientras que los demás accionistas pueden ser extranjeros sin cedula paraguaya, pero, recordemos que al momento de pagar el IDU estos están obligados a pagar el 15%.

El gobierno ha implementado diversas reformas para mejorar el clima de negocios, incluyendo la simplificación de trámites administrativos, la mejora de la infraestructura y la promoción de inversiones extranjeras directas.

Concretamente, en cuanto a la simplificación de trámites administrativos, tenemos como ejemplo el Sistema Único de Apertura y Cierre de Empresas (SUACE), creado en virtud de la Ley N° 4986/2013; se trata de una ventanilla única a cargo de la apertura y/o formalización de empresas, la cual simplifica, agiliza y transparenta el proceso de apertura de nuevos negocios. Es decir, todas las instituciones encargadas de la apertura y cierre de una empresa o sociedad se unifican en una ventanilla única, como ser: Ministerio de Industria y Comercio, Ministerio de Economía y Finanzas, Viceministerio del Interior, Dirección Nacional de Migraciones, Dirección General de los Registros Públicos, Instituto de Previsión Social (IPS), Ministerio del Trabajo, Empleo y Seguridad Social (MTESS) y Municipalidad de Asunción.

En definitiva, todos los factores combinados, mencionados anteriormente, han llevado a la reconocida agencia Moody’s a otorgar al Paraguay una calificación de grado de inversión en 2024, reflejando la confianza en la capacidad del país para mantener su estabilidad económica y continuar atrayendo inversiones extranjeras, lo que implica una suerte de paraíso para los inversores en el corazón de América Latina.