Moda digital: Tecnología y mentalidad metaversa de las grandes marcas

Por Racheel Grez Morales.

Abogada por la Universidad Diego Portales. Diplomada en Derecho e Inteligencia Artificial por la Pontificia Universidad Católica de Chile. Lidera el área de Blockchain, NFT y Metaverso en Colombara Estrategia Legal.

La moda, o el arte del vestido, es de larga data. Las prendas que usamos ya no solo cumplen el rol funcional de su origen -como protegernos del frio-, sino que su evolución se torna sofisticada mutando a una de las formas más exquisitas de expresión. La moda cambia, se reinventa y es parte de la identidad cultural de una época.

Hasta el 2019 la industria de la moda facturaba cada año 2,4 billones de dólares, convirtiéndose en una de las industrias más lucrativas de las últimas décadas. Sin embargo, según el estudio El estado de la moda 2022: Una recuperación desigual y nuevas fronteras publicado por McKinsey & Company, arrojó que la industria de la moda redujo sus ganancias en un 20% entre los años 2019-2020. Lo anterior no sólo producto de la gran crisis e inestabilidad económica mundial como consecuencia de la pandemia de COVID-19, sino que el encierro provocado por la pandemia disminuyó el entusiasmo por la adquisición de nuevas prendas. Uno de los pocos segmentos que se mantuvo estable fue la ropa deportiva y cómoda para estar en casa.

Sin embargo, la pandemia y la conexión digital trajo nuevas oportunidades para la industria. Así, el mismo estudio revela que entre las categorías fundamentales para el negocio de la moda el año 2022 destaca la Mentalidad Metaversa, esto es la capacidad de adaptación que las marcas tengan al momento de introducirse a la realidad virtual a través de prendas en formato de tokens no fungibles y moda digital.

En términos simples, la moda digital es aquel diseño de vestuario creado por y para un espacio virtual. Generalmente son utilizados para vestir a nuestros “gemelos digitales” que habitan en aquel espacio ficticio o simplemente a modo de coleccionables. Asimismo, estas prendas pueden ser representadas por un Token no fungible, otorgándole al propietario la titularidad exclusiva de ese bien.

Al respecto ya hay empresas que han reinventado completamente su sello al crear ropa exclusiva para el mundo digital, entre ellas se encuentran la empresa holandesa The Fabricant Estudio, la cual ya vendió un vestido de alta costura por 9.500 dólares y la empresa española La Tecnocreativa.

Por su parte, Meta -la compañía de Marck Zuckerberg- lanzó en todas sus plataformas una tienda de ropa virtual, en la cual se podrán compran atuendos 3D. Entre las marcas de ropa que podrás encontrar se encuentran Prada, Gucci, Thom Browne y Balenciaga. Asimismo, esta experiencia estará disponible prontamente en el Metaverso de la compañía: Horizon Worlds.

Sin embargo, esto no es nuevo, ya que en marzo de este año se realizó la gran semana de la moda virtual en el metaverso Descentraland. En ella participaron marcas como Cavalli, Dolce & Gabbana, Hugo Boss, Elie Saab, Etro, Jacob & Co. y Tommy Hilfiger. Para ingresar debías conectar tu billetera virtual, con la cual estabas habilitado para comprar prendas tanto para tu avatar como ropa para el mundo real.

Sin duda, la industria del consumo está cambiando. Analistas de Morgan Stanley indican que los consumidores digitales serán la mayoría, estimando que sólo el negocio de la moda podría generar para el año 2030 hasta 50.000 millones de dólares adicionales. Será tarea no sólo de las marcas adaptarse a los nuevos desafíos que trae consigo el mundo digital de la mano con el Metaverso, sino que también será una oportunidad para aquellos creadores entusiastas que -contra las leyes del universo y de la lógica- podrán ofrecer su imaginación y mentalidad metaversa en un mundo que -en apariencia- no tiene límites.