
Por María Alejandra Mancebo.
Feminista y cofundadora de Cata Jurídica con Tacones. Consultora y Voz Visionaria. Vicepresidenta del Capitulo Venezuela del Colegio Internacional de Estudios Jurídicos de Excelencia Ejecutiva / CIDEJ. Miembro de la Fundación de Violencia Vicaria en Colombia. ORCID: https://orcid.org/0000-0002-0208-0134
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Junio es el mes del Abogado en Venezuela, por lo que quiero dedicar mi voz a una mujer ejemplar, quien llegó a ser la primera mujer en Venezuela que se tituló de abogada: Luisa Amelia Pérez Perozo, un legado de amor, pasión, compromiso y valentía.
Esta caraqueña es vista como la primera mujer en fragmentar barreras de género al ser la primera abogada en Venezuela. Se tituló en la a Universidad Central de Venezuela en el año 1912 y fue una precursora en la defensa de los derechos de las mujeres y los más vulnerables. Mujer valiente y apasionada, cuyo legado vivirá por siempre.
Esta caraqueña nació en 1881 y creció bajo el ala de una familia con tradición militar, que -sin duda- interviene en su postura y amor por lo correcto. Y su amor a la justicia, sin miedo a elevar la voz ante circunstancias no justas.
Sin duda alguna, como venezolana me siento orgullosa de Luisa, pues su bravura y osadía ante los estereotipos de la época no fue impedimento para importunar a la sociedad que invisibilizaba a la mujer, cuyo rol impuesto era ser ama de casa. Y sin miedo, fundada en su amor por los justo, la llevo a romper esquemas y estudiar Derecho, carrera vista para hombres… Lo que sin duda la llevaría a la determinación de estudiar leyes, retando los sesgos y con el firme propósito de luchar por los más vulnerables, entre los cuales estaban los derechos de las mujeres, que eran invisibilizadas. Por ello trabajó de manera ardua en la defensa de los derechos de éstas, siempre en pro de la igualdad de género y, como consecuencia, que las mujeres pudieran estudiar y trabajar.
Por tanto, tales osadías dejan vestigios inquebrantables en la historia de mi país y del mundo, ya que siempre recordaremos con su vida que no hay límites para soñar y ser lo que queremos. También dio robustez a la igualdad de género y la lucha por la justicia y los derechos humanos. Dado el contexto de la época en la que vivió, en la cual las mujeres enfrentaban numerosas barreras y limitaciones en cuanto a sus derechos y oportunidades, se puede inferir que Luisa Amelia Pérez Perozo tuvo una postura feminista, en el sentido de abogar por la igualdad de género y la defensa de los derechos de las mujeres.
Es de insistir que su elección de estudiar Derecho, en un momento en el que era poco común para las mujeres tener acceso a la educación universitaria, así como su destacada carrera como abogada, evidencian su compromiso con romper las normas establecidas y abrir camino para las generaciones futuras. Ya que, al momento de ser titulada, siendo quien es, vuelve a romper esquemas asistiendo a la graduación vestida de pantalones y no como se esperaba con vestido. Tal gallardía generó reacciones y molestias, pero Luisa valiente lo hizo como una manera de afrontar los estereotipos y en pro de la igualdad en un campo dominado por hombres.
En una sociedad machista se adelantó al tiempo y es emblema de la lucha feminista en Venezuela, permitiendo creer en la igualdad. Y para muchas es nuestra inspiración, pues ella fue -sin duda- una luz y hoy un ejemplo.
La historia, Venezuela y el mundo reconocen en Luisa Amelia Pérez Perozo la representación de la lucha por los derechos de las mujeres en Venezuela, explorando la esencia del liderazgo femenino, promoviendo la igualdad de género. Esta estela, sin duda, es el fundamento para el empoderamiento de las mujeres y el respeto por su dignidad. Es nuestra primer abogada, mujer de valentía y de compromiso, que aún hoy inspirar a no ser impasibles ante las injusticias y a ocuparse por trabajar por una sociedad más inclusiva.
Que su legado no sea olvidado y nos permita emular su trabajo y amor por la justicia y los derechos de la mujer.