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Inteligencia creativa

Por Carola Cifuentes Larios.

Coach y periodista. Diplomado en Gestión del Talento por la Pontificia Universidad Católica de Chile. Apasionada por iluminar la evolución profesional como aporte a la sociedad y a uno mismo. Marca personal y cultura organizacional para abogados. #felicidadlaboral.

Se me ocurrió dejarme llevar por ideas y pensamientos fuera de lo establecido. Tal vez si me soltaba y liberaba intelectualmente podría escribir algo más poderoso, que transportara a un estado mental más allá de lo que uno lee en todas partes. Y me vi viajando por lugares inesperados, reconociendo mis sombras y buscando ansiosamente mis luces tintinear. Y es que creo en los talentos que nos entregaron y en vivir una vida con significado lleva a tener un propósito que le da razón a todo, que cierra el círculo y responde a la pregunta existencial, porqué estoy aquí y para qué.

En las sesiones de coaching noto una búsqueda no sólo de toma de decisiones y estrategia de vida, sino también de bienestar. El tan en boga wellbeing que en los abogados se traduce no sólo a sentirse mejor en sus trabajos sino a estar conscientes que estar bien potencia la mente para sentirnos creativos, ocurrentes, perseverantes y disciplinados. Personalmente he tenido momentos donde me he mostrado así, más inteligente y vibrante. Y ahí he reconocido que es el mejor estado del ser humano, entusiasta y llena de vitalidad para ofrecer a los demás. Con una dirección clara y en control de mí misma. Sin embargo, a lo largo de mi carrera profesional siendo testigo de cientos de historias, me atrevo a afirmar que solemos perdernos y confundirnos…. Nos dispersamos en nuestro propósito y nuestra inteligencia se va apagando.

La tendencia norteamericana habla de ser verdaderos CEO de nuestra mente con un “management asertivo” y actitud positiva.  Realizarnos autoevaluaciones periódicas para saber cómo estamos funcionando y tomar acción para entrenamientos, descanso o placer que merezca la pena invertir y planificar. Se trata de parar y revisar el aceite del motor. En tú caso, ¿De qué color saldría el aceite de la varilla que mide el aceite de tu cerebro? Cuando se torna negro es una muestra de que está limpiando y cumpliendo su función, pero necesita un cambio. Racionalmente todo esto suena lógico, pero emocionalmente, es un acto de inteligencia y humildad saber parar. Reflexionar y purificar el aceite. Este tiene un resultado sorprendente en las piezas del motor y así también en nuestra mente permitiendo que fluya sincronizado y logre resultados coherentes con nuestro sistema neurológico. Nos permite tener pensamientos más positivos, estratégicos y visionarios. Pero cuando está gastado todo empieza a trabarse, a funcionar más lento, con más ruido y menor maniobra.

Sabemos que el cerebro es un músculo poderoso, complejo y lejos lo más valioso que poseemos. Sin embargo, ¿Cuánto lo entrenamos más allá del conocimiento puro y duro? Nos sumergimos en ese “estado de supervivencia” que con el tiempo más allá de mantenernos alertas, nos aleja de estados superiores de inteligencia, creatividad y amor. Y comenzamos a enfermar, a sentirnos desanimados y nostálgicos.

Creo que la verdadera batalla es con nosotros mismos y si le damos la importancia que merece podemos volver a vivir esos momentos de flow, de inspiración y volver a generar pensamientos positivos que nos llevan a ser creativos, estado que nos producirá un bienestar sin igual en todas partes porque está dentro de nosotros.

En la psicología positiva las investigaciones de Alice Isen muestran que un estado de ánimo alegre amplía los procesos del intelecto y facilita el pensamiento creativo. “Ser creativo fortalece el carácter, las emociones y el intelecto, fundamentos que permiten construir una mejor calidad de vida y proyección personal”.

En principio, la creatividad contribuye al logro de las metas personales y a una relación más constructiva con el entorno y, en consecuencia, ayuda a mejorar la confianza en uno mismo. Hacer algo que se te da bien y perderte en ese momento de disfrute tiene un impacto inmediato en tu estado de ánimo. Te hace feliz. Esta es la razón por la cual la creatividad es tan placentera, no importa donde tenga lugar. ¡Búscala!