Homologación de vacunas recibidas en el extranjero II: Una deuda pendiente

Por Pablo Arredondo.

Abogado por la Universidad Adolfo Ibáñez. Actualmente se dedica a la inmigración corporativa para la Consultora y Servicios Migratorios con sede en Buenos Aires.

La política de homologación de vacunas implementada por el Ministerio de Salud ha cumplido dos funciones primordiales: (i) permitir que los chilenos y residentes que recibieron su vacuna contra el Covid-19 en el extranjero puedan gozar de las prerrogativas que confiere el Pase de Movilidad; y (ii) autorizar el ingreso de extranjeros no-residentes a Chile.

En el entendido que en un estado de derecho democrático, la protección de los derechos e intereses constitucionales no es una cuestión absoluta; la homologación de vacunas para extranjeros no residentes constituye una ponderación razonable entre el resguardo de la salud pública, por un lado, y la promoción de la movilidad global, por el otro.

Es relevante notar que esta última no sólo es responsable de los beneficios que usualmente se le atribuyen –en términos de inversión económica extranjera–; sino que también permite el arribo de personal altamente calificado al país, para cumplir funciones esenciales que de otro modo no habría forma de suplir. Lo anterior incluye técnicos especialistas en el funcionamiento y reparación de proyectos de infraestructura, científicos, ingenieros, personal médico, y de salud en general.

En efecto, tanta es la importancia del traslado del personal esencial que éste nunca fue prescrito del todo, ya que antes del establecimiento de la homologación de vacunas como requisito de ingreso al país se permitía su ingreso conforme al Art. 66 del Reglamento Consular en relación al Decreto Supremo 102/2020 del Ministerio del Interior. Esto último implicaba que los trabajadores altamente capacitados debían gestionar un salvoconducto ante el Consulado de Chile más próximo a su domicilio, justificando latamente el carácter esencial de su viaje. Es así como muchos especialistas y trabajadores esenciales llegaron al país portando un salvoconducto consular con el fin de ejecutar actividades de primera necesidad, mucho antes del establecimiento de la homologación de vacunas.

Sin embargo, en la actualidad, muchos de estos trabajadores esenciales se encuentran imposibilitados de habilitar su pase de movilidad. Sucede que la plataforma diseñada al efecto por el Ministerio de Salud no se puso en la hipótesis que hubiesen extranjeros no residentes que quisieran (o pudieran) validar sus vacunas estando ya en territorio nacional; sino que fue planeada con el fin de permitir que extranjeros no residentes pudiesen viajar a Chile. En consecuencia, el Pase de Movilidad queda habilitado una vez que la persona pasa por el control sanitario ubicado en el aeropuerto o punto de ingreso al país.

Naturalmente, las personas que ingresaron a Chile con un salvoconducto consular no necesitaban el Pase de Movilidad como condición de ingreso al país. Ahora bien, muchos de ellos desean acogerse a los beneficios que implica tener un Pase de Movilidad habilitado, pero una vez que reciben la notificación de validación por parte del Centro de Inmunizaciones del Ministerio de Salud, se les informa que su “Pase de Movilidad quedará habilitado una vez que ingresen al país, pasando por el control sanitario”. Lo que es del todo insólito, considerando que ellos ya se encuentran en territorio chileno y, por ende, se genera la situación irrazonable según la cual ellos deberían abandonar el país y volver a ingresar sólo con el propósito de activar su Pase de Movilidad.

En consecuencia, resulta urgente avanzar con una modificación de este sistema para reconocer la validación de las vacunas de los trabajadores que ingresaron vía salvoconducto consular y que, por ende, ya se encuentran en territorio chileno. De esa manera se subsanará esta arbitrariedad hacia el personal que tanto ha favorecido a Chile durante esta difícil pandemia. Es una deuda pendiente.