El contexto del open banking y sus desafíos regulatorios

Por Camila Arriagada Morales.

Licenciada en Ciencias Jurídicas, con mención en Derecho Privado, por la U. Adolfo Ibáñez.

Con la finalidad de fomentar la competencia en el ecosistema financiero, en el último tiempo se ha ido implementado un modelo llamado open banking o de la banca abierta. Si bien la banca tradicional [1] ha presentado innovaciones en la prestación de servicios de pagos, no han utilizado los datos de los clientes como objeto principal de su negocio. Por el contrario, para el modelo open banking el objeto principal de su negocio son los datos de los clientes.  

El open banking o banca abierta [2] consiste en ser un sistema en línea en el cual los clientes de las múltiples instituciones financieras autorizan a compartir su información crediticia con otras entidades. En definitiva, tiene como objetivo que los clientes puedan exigir que los bancos compartan su información financiera con otras instituciones que se encuentren en el mercado financiero. De tal modo, las nuevas empresas que se integren en el mercado van a poder proveer productos y servicios que sean competitivos teniendo en consideración aquella información financiera que compartirían los bancos.

Para que funcione correctamente el open banking es importante que reúna una infraestructura de información que permita la transferencia electrónica y fluida de datos entre diferentes instituciones bancarias, lo que permitiría reducir costos de transacción relacionados con aquellos procesos de adquisición de productos y servicios financieros.

Cabe tener en consideración que la iniciativa del open banking tiene diferentes maneras de funcionar, una de ellas consiste en que los clientes puedan cotizar créditos de consumo y créditos hipotecarios en múltiples instituciones bancarias al mismo tiempo, enviándole dicha solicitud a una fintech, la que se encargaría de realizar una comparación de precios mediante la información del historial crediticio del cliente enviado por el banco. Otra manera en cómo opera corresponde a que los bancos les permitan a terceros prestar determinados servicios financieros mediante la licencia bancaria del banco.

Las principales ventajas correspondientes al open banking o banca abierta se deben a que considera al cliente como titular de sus datos personales financieros, teniendo derecho a la autodeterminación de dicha información. En otras palabras, los usuarios tienen un mayor control respecto de sus datos financieros, lo que les permite tener una mayor autonomía respecto de los productos financieros que desea escoger.

Su principal beneficio [3] se logra mediante la facilitación de intercambio de información entre las instituciones financieras por medio de interfaces de programación de aplicaciones (APIs) de una manera segura y respetando la privacidad de los usuarios.

Por otro lado, también les permite a los clientes tener poder sobre sus datos con la seguridad que ofrece el acceso a través de APIs,  realizar una evaluación de las diferentes opciones crediticias disponibles en el mercado, acelerar el proceso de evaluación de riesgo de un determinado cliente de una manera rápida y segura, incentivar una mayor competencia en el mercado financiero dado que permite que nuevas empresas puedan ofrecer sus servicios de proveedores de crédito y promover una mayor innovación respecto de los productos y servicios ofrecidos por los proveedores de créditos.

Si bien la implementación del open banking presenta múltiples beneficios para los clientes, cabe tener en consideración que su desarrollo tiene múltiples implicancias tecnológicas que necesariamente deberán regularse. En concreto, es fundamental cuidar que los derechos de los consumidores no se vean afectados con este modelo financiero e impulsar mejores condiciones para la industria regulando sus bases principales.

En concordancia con lo anteriormente mencionado, los gobiernos teniendo en consideración la expansión del open banking a nivel mundial, han estado trabajando para poder regular este modelo financiero con el objetivo de otorgarles a los usuarios un mayor control respecto de sus datos personales. En concreto, en Europa y Reino Unido han dictado una serie de regulaciones [4] para las APIs y el open banking.  En concreto, el Parlamento y la Comisión Europea emitieron una directriz para un servicio de pagos único (PSD1). Luego, en el año 2016 la comisión trabajó en la directriz de servicios de pago (PSD2) con el objetivo de actualizar la directriz original con énfasis en la protección al consumidor en sus pagos en línea y en la innovación en el mercado.

Respecto de la regulación del open banking en Chile, durante septiembre de 2021 se presentó ante el poder legislativo un proyecto de ley fintech y open finance obligatorio. Fue aprobada por la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, lo que implicó un importante avance en la regulación de las nuevas tecnologías, dado que antes de la presentación de este proyecto no se tenía conocimiento de las bases que iban a regular el open banking en nuestro país.

Una vez presentado el proyecto de ley fintech y open finance obligatorio, se pudo concluir que una de sus bases regulatorias sería que los bancos y emisores de tarjetas deberán entregar los datos previamente consentidos de sus clientes. A través de este proyecto, se espera un impacto positivo en el mercado financiero mediante la seguridad de la información. En concreto, se busca que el open banking debe contar con una determinada infraestructura particular y con un sistema de comunicación seguro entre los proveedores de crédito.  Si bien cabe tener en consideración que actualmente en Chile no existe una infraestructura de información del open banking, existe una tendencia en promoverlo. En concreto, en el último año se anunció la creación de Mento [5], una fintech que ofrece a los clientes créditos de consumo y colocadores de dinero. 

En definitiva, para que funcione el open banking es importante tener la confianza de los usuarios, lo cual se logra mediante su correcta regulación debido a la seguridad que otorga respecto del funcionamiento de dicha infraestructura de información. Por lo tanto, uno de los desafíos más importantes en relación con la disrupción fintech, consiste en establecer una regulación que garantice una seguridad para los usuarios respecto de la implementación del open banking en nuestro país.


[1] Zunzunegui, Fernando, La digitalización de los servicios de pago (Open Banking) (October 11, 2018). Revista de Derecho del Mercado Financiero Working Paper No.1/2018, Available at SSRN: httpss://ssrn.com/abstract=3264759 or https://dx.doi.org/10.2139/ssrn.3264759

[2] Deloitte, httpss://www2.deloitte.com/mx/es/pages/dnoticias/articles/open-banking-y-sus-beneficios.html

[3] Fintualist, httpss://fintualist.com/chile/noticias/que-es-el-open-banking-y-por-que-compartir-nuestra-informacion-revolucionaria-al-sistema-financiero/

[4] Finerio connect, httpss://blog.finerioconnect.com/como-se-esta-regulando-el-open-banking-en-el-mundo/#:~:text=Regulaci%C3%B3n%20del%20open%20banking%20en%20M%C3%A9xico&text=Autoridades%20mexicanas%20est%C3%A1n%20trabajando%20en,el%20acceso%20a%20sus%20datos

[5] Diario Financiero, httpss://dfmas.df.cl/df-mas/punto-de-partida/tercera-generacion-de-grupo-hites-debuta-en-el-negocio-fintech