
Por Karina Chávez.
Abogada argentina especialista en Derecho Penal.
El 29 de noviembre de 1978, Benjamín Vicuña Luco, tal su nombre completo, haría su llegada a este mundo, en uno de los sanatorios de Santiago, ciudad capital de la República de Chile. Hijo menor de Juan Pablo Vicuña Parot e Isabel Luco Morandé, el Benja (tal el apodo familiar) se crió, durante sus primeros años de vida, en el seno de un hogar constituido, también, por tres hermanos: Carolina, María José y Juan Pablo.
A sus cuatro años, tras la separación de sus padres, su madre volvería a formar un nuevo hogar junto al empresario Oussama Abu-Ghazaleh. Desde entonces, su vida transcurrió sin mayores sobresaltos.
Al finalizar el colegio, Benjamín ingresó a la carrera de Teatro, en la Universidad de Chile. Durante sus años de estudio formó, junto a sus compañeros Ramón Griffero, Alfredo Castro, Fernando González y Rodrigo Pérez, «El Hijo», compañía teatral con la que montaría distintas piezas teatrales e incursionaría en el teatro callejero. Años más tarde, cofundó junto a su colega, amigo y socio Gonzalo Valenzuela, el Centro Cultural Mori; proyecto cultural que levantó cinco salas teatrales, en las que rotan diversas producciones y que se convirtió en un clásico del teatro chileno.
Sin embargo, pese a desarrollar una prolífica carrera como actor de cine, teatro y televisión (que lo llevaría a ser elegido, en el año 2006, en un segmento del programa Chile Elige, emitido por la Televisión Nacional, para celebrar los 200 años de la nación, como uno de los diez mejores actores chilenos de todos los tiempos), así como de incursionar en el mundo empresarial, lo cierto es que se hizo conocido en el ambiente artístico argentino, hacia el año 2005, de la mano de las noticias difundidas, a través de distintos programas de espectáculo; más precisamente, a partir de su noviazgo y posterior convivencia con la modelo argentina Carolina Ardohain, más conocida como Pampita (dada la región argentina de la que fuera oriunda). Fruto de esa relación, que culminaría diez años después, nacieron 4 hijos: Blanca, Bautista, Beltrán y Benicio.
En el año 2016, y tras varios romances fallidos que le dieran el apodo de “Don Juan”, Vicuña oficializó su relación con otra argentina: Eugenia “La China” Suárez, con quien tuvo dos hijos: Magnolia y Amancio. La pareja llegaría, finalmente, a su fin, hacia comienzos del año 2021.
El vínculo de Vicuña con la Argentina se mantendría, sin embargo, a través del desarrollo de distintas propuestas laborales, hasta el día de hoy. Pese a constituirse como una figura cuya imagen se mantuviera bajo el foco, desde hace décadas, lo cierto es que presenta un lado espiritual y humanitario que pocos conocen.
La tragedia familiar que lo golpeara a mediados del año 2012 quizás sea uno de los hechos más divulgados de su historia personal, ya que, Blanca Vicuña, su hija mayor, fallece a los seis años.
Esa muerte trastocaría los medios de Argentina y Chile, pero supondría un gran impacto en su núcleo familiar al ser tan repentina e inesperada.
En los años siguientes, Benjamín buscaría procesar su duelo, a través de distintas acciones entre las que se destaca el libro, publicado en el mes de mayo de este año: “Blanca, la niña que quería volar”. Texto a través del cual el actor narra, a lo largo de diez capítulos, el proceso que debió atravesar, desde el momento del fallecimiento de su hija, así como el cambio que éste supuso en su vida personal, familiar y profesional.
En palabras del actor, “el proyecto nació desde la necesidad de poder transitar un proceso que se ha extendido durante 10 años. De poder compartirlo, poder vivirlo con muchas personas que me han acompañado”[1]. Para, luego, añadir que: “En estas páginas hablo acerca de mi niña y mis pesares. También de las herramientas que me sirvieron para iluminar noches oscuras. Espero que puedan servirle a alguien. Que quienes están atravesando una pérdida, sufriendo o acompañando un duelo, puedan encontrar algo de alivio y esperanza”[2].
Otra de las facetas quizás menos conocida del actor es aquella que refiere a su participación en distintos proyectos de ayuda comunitaria. Tal como describiera Vicuña, en una entrevista que se le realizará en el año 2022, este accionar se remonta a su infancia:
Junto a mi familia participamos en una pequeña fundación que teníamos, y acompañaba a la comunidad con hitos anuales, básicamente unas Navidades muy bonitas en las que recolectábamos cosas destinándoles regalos a niños con escasos recursos. La gran promotora era mamá (Isabel), de quien heredé mi inquietud social[3].
Con el paso del tiempo y la notoriedad que ganara a través de su carrera artística, a nivel internacional, en el año 2004, Benjamín sería invitado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, para desarrollar una labor benéfica como Amigo de UNICEF y, luego, a partir de 2008, como Embajador de Buena Voluntad, de dicha organización internacional, protectora de los derechos de niños, niñas y adolescentes. En este marco, es que Vicuña ha participado en campañas solidarias que lo han llevado a trabajar con poblaciones mapuches del norte argentino y del sur chileno, así como visitar países como Uruguay, Israel, Palestina, Gaza y Sudáfrica.
Cabe destacar que, iniciado en el año 1954, el Programa de Embajadores busca trabajar junto a celebridades y figuras reconocidas, comprometidas con el bienestar de los niños, para promover su misión y sus mensajes entre el público en general. Referentes del mundo del arte, la cultura, la comunicación y el deporte que, comprometidos con la visión y la misión de la organización, y de forma voluntaria y altruista, ceden su tiempo, su imagen o sus redes sociales, es decir su reconocimiento público, para promover la recaudación de fondos y abogar por los derechos de los niños, incursionando, en algunas oportunidades, de forma activa, en el campo de trabajo de la organización[4].
A la par de la evolución que el tratamiento de los derechos de los niños, niñas y adolescentes ha tenido, a escala mundial, y del reconocimiento de la necesidad del desarrollo de políticas y programas de protección y garantía del mismo, por parte de los distintos Estados nacionales, el número de embajadores de UNICEF ha aumentado, buscando canalizar las necesidades de los niños, niñas y adolescentes del planeta. Misión no menor si se considera que, a nivel mundial, existen aproximadamente 2.300 millones de niños, niñas y adolescentes, de los cuales:
- 1.000 millones carecen de uno o más servicios esenciales para la supervivencia y el desarrollo.
- 8,8 millones mueren, de forma anual, antes de cumplir los cinco años de vida, siendo que, de este conjunto, 4 millones de recién nacidos mueren durante su primer mes de vida.
- 148 millones de menores de cinco años en las regiones en desarrollo tienen un peso insuficiente para su edad.
- 18 millones de niños y niñas sufren los efectos del desplazamiento, por situaciones de violencia étnica y/o regional.
- 500 millones a 1.500 millones de niños y niñas son víctimas de la violencia.
- 15 millones de niños y niñas han perdido a uno o a ambos progenitores debido al SIDA.
- 2 millones de niños y niñas menores de 15 años viven con VIH.
- Más de 1 millón de niños y niñas son detenidos por medio de procesos judiciales.
- 101 millones no acuden a la escuela primaria.
- Más de 218 millones de niños, niñas y adolescentes trabajan, siendo que 126 millones de éstos, lo hacen en empleos considerados peligrosos o dañinos para su vida actual y/o futura[5].
Cifras parciales que horrorizan y frente a las cuales sólo resta actuar en la realidad que les toca vivir, en que este gran actor se baja del escenario en una cruzada en favor de la niñez.
Y en su rol de Embajador sostiene “Cuidar la infancia es la única manera para cambiar el estado de las cosas”.
Aprovecha las luces y las mieles del espectáculo, que lo han reconocido en Chile y otros países, pero también proyecta su arte y pasión de ayuda a los más vulnerables desconocidos que no tienen la posibilidad de hacer oír su voz.
Feliz día de la Patria querido Chile y gracias por darnos la posibilidad de conocer y disfrutar a Benjamín Vicuña, quien respira arte, pero es un gladiador de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes en el mundo.
[1] TeleShow. (2023). Benjamín Vicuña reveló detalles del libro inspirado en el duelo tras la muerte de su hija Blanca. https://www.infobae.com/teleshow/2023/04/18/benjamin-vicuna-revelo-detalles-del-libro-inspirado-en-el-duelo-tras-la-muerte-de-su-hija-blanca/
[2] Ob. Cit. 1
[3] Ibáñez, L. (2022). Benjamín Vicuña y su costado menos conocido y más tierno: “Heredé de mamá mi inquietud social”. Gente. https://www.gente.com.ar/principios/benjamin-vicuna-y-su-costado-menos-conocido-y-mas-tierno-herede-de-mama-mi-inquietud-social/
[4] Albendea, G. L. (2020). Los embajadores de Unicef permiten llevar nuestro mensaje muy lejos. Revista Haz. https://hazrevista.org/tercersector/2020/01/los-embajadores-de-unicef-permiten-llevar-nuestro-mensaje-muy-lejos/
[5] Fundación Infancia. (s.f.). Una mirada a la situación mundial de la Infancia. http://www.fundacioninfancia.org/about/una-mirada-a-la-situacion-mundial-de-la-infancia/