De la cátedra y el mundo privado al servicio público

La abogada Carolina Zamar Rabajille, columnista de nuestra revista, hoy se desempeña como Secretaria Regional Ministerial de la Mujer y Equidad de Género de la Región Metropolitana.

Ella comenzó su carrera profesional trabajando para la firma de abogados Albagli & Zaliasnik, desempeñándose en el área corporativa, a la vez que impartía clases en diversas universidades del país. Se desempeñó como profesora de Derecho Civil en las Universidades Andrés Bello, Universidad Mayor, Universidad Gabriela Mistral y Universidad Autónoma, también como Profesora de Derecho Internacional Privado en la Pontificia Universidad Católica. Sin embargo, por su vocación de servicio y su carácter de ayuda a los demás, decide abocarse al ámbito público.  

¿Por qué decide dar un cambio del mundo privado al público?   

– Desde que tenía 15 años sabía que mi vocación estaba en poder colaborar en la solución de los problemas reales que afectan a las personas, por lo mismo es que estudié derecho, siempre con la visión y la convicción de ayudar, esclarecer la verdad y buscar lo justo.

Para mí el mundo privado y el público no son incompatibles, sino todo lo contrario, van de la mano. El aparato estatal está al servicio de las personas y la sociedad civil la conformamos todos.

Me di cuenta que podía volcar los conocimientos adquiridos en el ámbito privado, para  ayudar activamente en el ámbito público y me puse a disposición.

¿En qué se ha desempeñado en el ámbito público?  

– Trabajé hace un par de años para la corporación administrativa del poder judicial, colaborando con la implementación electrónica y modernización de los Tribunales Civiles de la Región Metropolitana.

Luego en el año 2019, trabajé como Asesora del Ministerio de Hacienda y actualmente me desempeño como Secretaria Regional de la Mujer y Equidad de Género de la Región Metropolitana.

¿De todo esto con que se queda?  

– Trabajar por y con nuestras mujeres ha sido para mí muy gratificante, hemos avanzado en varios aspectos en cuanto a la igualdad de derechos entre hombres y mujeres y equidad de género, aunque aún nos queda mucho por avanzar. Debemos sembrar como parte de nuestra cultura, la tolerancia cero a la violencia contra la mujer, brindarles a ellas las herramientas para que puedan alcanzar una autonomía económica. . .

Puedo asegurarte qué desde el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género, hemos trabajado incansablemente por ello, propiciado actividades, creado mesas intersectoriales y transversales, brindado capacitaciones tanto al sector público como privado y seguiremos trabajando para erradicar todo tipo de violencia. Mientras yo tenga salud y vitalidad, seguiré luchando desde el ámbito en el que esté, por un Chile, más justo, libre e inclusivo, para todas y todos.