Una abogada corporativa que vibra con “The simple life” en redes sociales

Texto: Christian Vidal Beros, director general de LWYR.

Imágenes: Cedidas por Augusta Quiñones.

Augusta Quiñones es abogada por la Universidad de Chile, actualmente compatibiliza su trabajo corporativo con su gran pasión: la cocina. Ella es quien está detrás de “The Simple Life”, plataforma web que aprovecha sus redes sociales para demostrar que se puede comer bien, sano y barato.

– Del Derecho a la cocina y de ahí a las redes sociales. ¿Cómo nació el interés que derivó en “The Simple Life” (TSL)?

– Siempre he amado la cocina y desde que tengo memoria de ser he tenido proyectos paralelos ligados a la comida. En la universidad, incluso, tenía mi pyme de cupcakes, donde trabajaba con banqueteras y hacía matrimonios (de no ser por los eternos paros de la Chile, mi alma mater, probablemente no hubiese podido hacerlo).

TSL nació mientras estuve de intercambio un semestre en la Facultad de Derecho de la Universidad de Sydney el año 2015 y desde ahí no he parado: en los primeros dos años de vida del blog ya tenía firmados dos contratos editoriales y más de 10.000 visitas diarias al blog…  ¡Aún me cuesta creerlo

– ¿Sigue ejerciendo como abogada? ¿Cómo lo compatibiliza con TSL?

– Soy abogada en el área de Global Entity Management y Capital Markets de TMF Group en Chile. ¡Me encanta mi trabajo y me llena muchísimo! En ese sentido, creo que la pregunta va más por el lado de cómo compatibilizo TSL (mi “lado B”) con mi trabajo (mi “lado A”). La verdad es que desde que entré al mundo laboral (primero en un estudio y ahora en una empresa) tuve que dejar TSL un poco de lado por un tema de tiempo. Sin embargo, el hecho de trabajar desde la casa durante el 2020 me ha servido un montón para retomar este hobby.

– Abogada e influencer, ¿cuál ha sido su análisis de la regulación legal (poca o mucha) que existe en nuestro país respecto a plataformas digitales y líderes de opinión?

– Si comparamos la situación de Chile con países como Brasil, España, Estados Unidos, y tantos otros, la verdad es que falta muchísima regulación respecto a plataformas digitales, principalmente en materia tributaria, que es, a mi juicio, donde más se notan las carencias regulatorias. En lo que respecta a líderes de opinión, el debate es súper interesante: hace unas semanas, la SEREMI de Salud de la Región Metropolitana multó a una modelo por promover un ayuno de agua de 21 días en sus redes sociales. Otros personajes locales con millones de seguidores difunden sus opiniones en contra de las vacunas contra el COVID-19 o las medidas sanitarias impuestas por la autoridad…

En ese sentido, muchas veces son las propias redes sociales las que terminan censurando ese tipo de contenido (recordemos que a Trump, aún siendo Presidente, le cerraron sus redes sociales por sus mensajes incitando a la violencia). Es un tema al que hay que ponerle ojo, creo que es un debate que se va a dar cada vez con más fuerza.

– Prejuicios: ¿Ha recibido críticas o ha sentido prejuicios por dedicarse a algo tan poco relacionado con el Derecho?

– La verdad es que no. En un principio, el prejuicio lo tenía yo: sentía que tenía que separar mi “lado A” de mi “lado B”, porque creía que tener este proyecto paralelo ligado a algo tan distinto como la cocina podía “contaminar” mi imagen como abogada. Y la verdad es que, con el tiempo, me di cuenta de que es al contrario, este “lado B” es un gran plus en mi carrera. Además, he tenido la suerte de que en los lugares donde he trabajado, me han dado la oportunidad de integrar esta otra faceta en instancias laborales (por ejemplo, la última fue una clase de cocina por Zoom para todo el mercado de Ibero-América de TMF Group).

– ¿Cómo se ve en diez años más?

– Habiendo vuelto de estudiar fuera de Chile (probablemente un MBA más que un LLM), ejerciendo como abogada… y cocinando y jugando golf en mi tiempo libre.