- La empresa chilena Noverbal se ha especializado en el desarrollo y despliegue de habilidades comunicacionales no verbales indispensables para el óptimo ejercicio de la profesión, y entrena estas herramientas para que la comunicación presencial sea más efectiva.
Como ha sido tradicional en la profesión, en la actualidad los abogados depositan todas sus competencias en lo que van a decir: que sea racionalmente verosímil, fundamentado, con un acertado manejo de la ley. Dedican mucho tiempo a elaborar hasta el mínimo detalle su estrategia y teoría del caso, y sus escritos reflejan esto. El problema subyace en la consciencia de ese foco, ya que en la preparación de esta estrategia es fundamental el manejo del ‘qué decir’, pero en el momento del juicio esto no es suficiente.
Según los especialistas en la materia, lo que da valor a todo el trabajo previo es el ‘cómo se dice’ para que ese contenido tenga credibilidad, peso y efecto. En el resultado final cobra mucha importancia el manejo de las herramientas no verbales para lograr convencer, negociar, persuadir, etc., y así que los conocimientos teóricos se concreten exitosamente.
Precisamente para llenar este vacío en el mundo legal chileno nació el año pasado Noverbal. Exequiel Tapia, actor y socio director de la firma, informa que desde el 2010 había comenzado a compatibilizar su trabajo como docente universitario y el coaching a altos ejecutivos en el mundo privado. En 2012 ingresó a trabajar a la Facultad de Derecho de la Universidad Andrés Bello como profesor de media jornada y allí conoció a Jimena Rodríguez, con quien comenzó a conversar habitualmente sobre la importancia de la comunicación en los abogados.
“A finales del 2013 le conté a Jimena que me dedicaría 100% al mundo privado, que reformaría mi empresa y que necesitaba de su experiencia en el mundo de los abogados, su expertise metodológica, para llevar el aporte de Noverbal al mundo juridico. Y ahí empezamos a trabajar juntos y ha sido muy satisfactorio”, señala Tapia.
Por su parte, la abogada Jimena Rodríguez y actual directora del área Abogados de Noverbal, llevaba 10 años trabajando en Derecho en la misma universidad cuando Exequiel Tapia comenzó a hacer clases ahí. “Me invitó a varias de ellas, incluso a tomar examen a los alumnos, y me impresionó muchísimo lo que hacía y, más que nada, la ‘transformación’ que pude observar en los alumnos, en su manera de vestirse, en la forma que utilizaban el espacio y el lenguaje, cómo se dirigían al público, etc. Fue muy impresionante poder apreciar la gran diferencia que había entre los alumnos al comenzar el taller, y después, al tomarles el examen final. ¡Era un cambio increíble!”.
Ella renunció a la universidad en enero 2014 y en conjunto con Tapia dieron forma a este proyecto conjunto, que hoy los tiene muy contentos y entusiasmados.
De acuerdo a sus creadores, Noverbal es una empresa dedicada a un aspecto muy común de la comunicación –sobre todo en el mundo de los abogados–, pero que, por lo mismo, no se le da la importancia que merece. “Nos dedicamos al desarrollo y despliegue de las habilidades comunicacionales no verbales que son indispensables para un óptimo ejercicio de la profesión, y entrenamos estas herramientas –ya sea en grupos o en forma individual– para que la comunicación presencial sea más efectiva, lo que se traduce en mayor éxito en litigios o en negociaciones, por ejemplo”, dice Tapia.
Jimena Rodríguez agrega que “desde un doble punto de vista, general y del mundo propio de los abogados, estamos convencidos que estas habilidades constituyen un gran valor para mejorar las relaciones, el liderazgo y promover la colaboración dentro de las organizaciones y con sus stakeholders. Hoy es impensable concebir a un abogado sin el manejo de estas herramientas; el abogado debe manejar una multiplicidad de relaciones… con la contraparte, con los colegas, con los jueces, con el personal del tribunal y, cada vez más frecuentemente, con los medios de comuniciación. Su trabajo en los juicios –tanto formal como informalmente– es netamente comunicacional: convencer, persuadir, negociar, debatir, etc. Paradójicamente, el abogado de hoy recibe una excelente formación sobre el contenido de sus mensajes, que son fundamentados y doctos, pero ‘cojea’ la formación sobre la forma, las habilidades y destrezas para comunicar ese contenido, factor que es uno de los pilares fundamentales en el desarrollo de la profesión”.
En ese sentido, la asesoría de Noverbal se traduce en dos líneas de valor. La primera consiste en entrenar directamente en habilidades comunicacionales no verbales a personas y equipos con diferentes objetivos: liderar, persuadir, exponer, relacionarse con diferentes públicos o comunidades, trabajar en equipo, manejar crisis, entre otras. Por ejemplo, para los abogados, se ofrece un taller para mejorar sus habilidades en la litigación (uso de la voz y el cuerpo, interrogación de testigos, relacionamiento con los jueces, etc.).
La segunda línea de valor tiene que ver con cómo ayudar a instalar las estrategias en sus personas. Por ejemplo, lograr que realmente encarnen ciertas actitudes o valores, o se comprometan con una estrategia más allá del nivel puramente racional.
Tapia puntualiza que la experiencia le ha permitido observar ciertas diferencias entre los abogados al momento de expresar ideas, manejar relatos y comunicarse de manera no verbal, los cuales pueden hacer una gran diferencia en el resultado final de una disputa. “Uno ve entrar a un abogado a un juicio, lo ve saludar o decir la primera frase de alegato de apertura… y –desde el punto de vista comunicacional– ya sé si ese abogado ganó o perdió el jucio. Este aspecto no es gratuito, no tiene que ver ni con la “percha” estética, ni con el “don divino” de la personalidad. Tiene que ver con la consciencia que éste tiene sobre cómo se comunica –si hace coherente el “qué dice” con el “cómo lo dice”– y como lo hacen los demás. Desde el punto de vista de la psicología de la comunicación, esta consciencia hace que uno pueda dominar la situación hasta en un 70%”.
Jimena Rodríguez añade que “el ejercicio profesional ha cambiado mucho. Ya no sirven los antiguos ‘alegatos de pasillo’, ni conocer en forma personal a un juez para ser exitoso. Hoy hay muchos jueces, existe la fiscalía y la defensoría (en el ámbito penal), hay mucha gente que participa del poder judicial, y si a eso le sumamos la preponderancia del sistema oral, importa más que antes cómo hacemos las cosas y no tanto a quién conocemos. Esto obliga al abogado a tener una formación más integral, que incluya otras áreas que antes se consideraban innnecesarias, pero que en el día a día hoy son indispensables para tener éxito. Y a eso nos dedicamos”.
Si bien ambos reconocen que las universidades en los últimos años están comenzando a preparar a los estudiantes en temas de oralidad y en el manejo de expresión corporal frente al ejercicio de la profesión, aún se trataría de avances muy tímidos. “Incluir ramos de oratoria o talleres es importante, pero si estos se abordan desde lo racional (como una clase donde se entregan tips básicos tales como: “hable con voz clara”, “pronuncie bien las palabras”, “no mueva las manos”, etc.) y no con entrenamiento in-situ, es imposible que estas competencias se adquieran de forma efectiva”, puntualiza Tapia.
Rodríguez agrega que, en general, las facultades de Derecho y los profesores tienen claro el problema. “Es falta de tiempo y posibilidades en la malla para enseñar y poner en práctica en forma habitual estas habilidades. También distinguen las falencias con claridad, pero no saben cómo abordar esta situación. Por ejemplo, un profesor o un abogado se puede dar cuenta que el problema es el manejo de los nervios o del uso de la voz, y que esto no se soluciona con describirlo o con un tip, pero no sabe cómo afrontarlo en la práctica. Y esto es obvio, porque no lo formaron para ello”.
Y allí es donde entra Noverbal, firma que puede ayudar a superar estas falencias mediante un entrenamiento preciso y efectivo para incorporar estas habilidades al conocimiento profesional y enfrentar el ejercicio profesional de manera mucho más eficiente.
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FICHA TÉCNICA
Nombre: Jimena Rodríguez Donoso.
Universidad de egreso: Universidad de Chile.
Su ramo preferido en la facultad: Derecho Económico y Derecho Comercial.
Un profesor que recuerde: Recuerdo varios, pero en especial a Enrique Barros, Francisco Orrego y Ramiro Mendoza.
Actividad actual: Directora del área Abogados de Noverbal.
Una abogada que la inspire: Admiro mucho a Sonia Sotomayor, ministra de la Corte Suprema de EE.UU. Es un ejemplo notable de meritocracia, habiendo llegado a su puesto actual sólo mediante inteligencia, esfuerzo y mucho trabajo. Además, está orgullosa de sus raíces latinas, tanto que es una de las impulsoras de que el español se reconozca como segundo idioma en ese país. Realmente es una mujer extraordinaria.
¿Qué nos falta a los abogados? En la universidad recibimos una formación teórica muy potente, pero se echa de menos mayor aplicación, más puesta en práctica de lo aprendido. Es cierto que tenemos las clínicas jurídicas, pero eso se da al final de la carrera, y podría implementarse desde el principio. Los alumnos debieran poder apreciar cómo aplicar lo que aprenden desde el inicio de la carrera, obviamente de acuerdo al nivel que estén cursando. La otra debilidad es que les faltan otras herramientas para realmente sacar el máximo provecho a sus conocimientos. Se pierde mucho esfuerzo, recursos y energía formando un abogado con mucho conocimiento teórico, pero que al momento de encontrarse en un juicio oral se “congela” o no sabe cómo expresarse eficazmente ante los jueces o no cuenta con las competencias para interrogar a un testigo. Sin duda, falta mucho camino por andar en esta área.
¿Qué fortalezas tenemos los abogados? La que me parece más atractiva es la versatilidad. La formación académica que brinda la carrera de Derecho te brinda un sustento muy sólido, que, a la vez, permite desarrollarte en ámbitos muy diversos. Lo que aprendemos en la universidad marca una impronta que sigues aplicando a lo largo de la vida. Yo no he conocido a nadie hasta el momento que haya estudiado Derecho, ya sea que trabaje como abogado o no, que cuando tú hablas con esa persona, no siga pensando como abogado.
Alguna película de abogados que recuerdes como favorita: Tengo tres favoritas. La primera es “La raíz del miedo”, con Richard Gere y Edward Norton, en la que la actuación de este último, como acusado, es extraordinaria. La segunda es “El abogado del diablo”, con Al Pacino y Keanu Reeves, siendo el primero el que representa el papel de mi abogado favorito. Y, por último, “Mi primo Vinny”, quizás no tan conocida, en la que Joe Pesci hace un papel sobresaliente como un novato abogado enfrentado por primera vez a un juicio.[/box]
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FICHA TÉCNICA
Nombre: Exequiel Tapia Grüzmacher.
Universidad de egreso: Escuela de actuación de Fernando González Mardones, titulación en la Universidad Bolivariana; Estudiante de Psicología y magister en Coach y Gestión del Cambio en la Uniacc.
Actividad actual: Socio director de Noverbal.
¿Cómo llegó al mundo del Derecho? En el año 2000, producto de unos programas que leyó Miltón Juica –de clases que yo hacía, donde aplicaba las herramientas de la técnica teatral a otras áreas laborales–, me llamó a ser parte del staff de profesores de un diplomado que se llevaría a cabo en la Universidad Andrés Bello, sobre la reforma procesal penal. En la primera reunión que sostuvimos me dijo: “lo que tú haces será fundamental en el futuro en el mundo de los abogados”. Esto derivó en que terminé siendo profesor de expresión oral, debate y negociación, en varias facultades de Derecho durante 12 años.
¿Cuáles son las principales falencias de los abogados? Todas las profesiones tienen fortalezas que, al cambiar los contextos, generan brechas o lo que conocemos como “deformaciones profesionales”, pero que, en el contexto adecuado, son fortalezas. En el caso de los abogados, desde mi experiencia de trabajo con ellos, tienen la fortaleza de ser muy concretos y específicos para definir la realidad, y cómo ésta se engarza con la ley. Si miro esta virtud desde el contexto comunicacional, se puede ver como una falencia: el abogado focaliza toda su atención en lo ‘qué se dice’, la racionalidad del mensaje, olvidando –a veces– que en la comunicación presencial (no escrita) la capacidad de convicción se centra más en el ‘cómo se dice’ o la cualidad del mensaje para ser efectivo.
¿Qué destaca como una virtud transversal de los abogados? Tienen muy desarrollado un sentido lógico de enfrentarse a los problemas, exponiéndolos de manera racional, lo que hacen combinado con un manejo del lenguaje que es, sin duda, excelente. El uso de la claridad les permite especificar y argumentar muy bien sus opiniones, pues usan las palabras adecuadas y precisas para describir una situación puntual.
Algún alegato de película de Abogados que se le venga a la memoria como recordable: ¡Varias! Por ejemplo, el alegato de clausura de la película “JFK”, a través de la explicación del ex-fiscal de distrito de Nueva Orleans Jim Garrison (Kevin Costner) en la cual él ordena y explica su visión de los eventos que habrían llevado al asesinato del presidente Kennedy y el presunto subsecuente encubrimiento. En su explicación de lo sucedido –y sin decirlo– va sembrando la duda en el jurado y en los espectadores. Es cómo lo dice, lo que va generando como debemos interpretar ese mensaje muy concreto y claro. También en la película “12 hombres en pugna”, el personaje de Henry Fonda va reconstruyendo los hechos, no por lo que se dijo sino en cómo se dijo, y va generando una opinión en el resto de los jurados. La mejor parte que refleja lo que digo es la secuencia en que convence uno a uno de ellos sobre su teoría de que el presunto homicida es inocente.[/box]
