Fin de año con estilo

  • A pocos días de finalizar el 2013, quisimos reunir a un grupo diverso de abogadas para que comentaran tanto sus anhelos y proyecciones para el futuro, así como para dar rienda suelta a su faceta más fashion luciendo trajes exclusivos para estas fiestas que se avecinan.

Texto: Miguel Angel Cruz M., director editorial de LWYR.
Fotografía: Carlos Caballero V., fotógrafo de LWYR.
Producción: Nikole Rosenberg.
Vestuario: Sarika Rodrik.

Cuatro abogadas chilenas aceptaron la invitación de LWYR para hacer una breve revisión de cómo han sido sus carreras profesionales, el actual ejercicio de la profesión, además de sus proyecciones personales y labores para el año que se avecina.

El grupo está compuesto por Soledad Martínez (SM), Karen Jadue (KJ), Bárbara Matamala (BM) e Ignacia Amunátegui (IA). Si bien cada una representa una generación, puntos de vista y áreas laborales diferentes, todas ellas son una muestra clara de los nuevos aires que soplan en el mundo de la abogacía nacional.

– ¿A qué área del Derecho te dedicas y cómo te ves en cinco años más?

(SM) Derecho Eléctrico, Minero y también Corporativo. En cinco años más espero seguir en pleno ejercicio, litigando, estudiando, enseñando y aportando mi experiencia como Directora de Empresas.

(KJ) Actualmente me dedico a ver causas civiles relacionadas con temas de responsabilidad extracontractual. Sin perjuicio de ello, también estoy viendo algunos temas penales y de familia con otros abogados. Además, estoy empezando –junto a un socio– con un estudio jurídico propio dedicado al Fashion Law, actividad de la cual me siento muy orgullosa ya que somos pioneros en el tema en Chile. De hecho, junto a la Universidad Andrés Bello realizamos durante octubre pasado el primer Seminario sobre el Derecho de la Moda, el cual fue bastante exitoso y, por lo mismo, me visualizo en cinco años más consolidando este proyecto.

(BM) Derecho Público, aunque actualmente trabajo como Directora de un Proyecto Tecnológico de Comercio Exterior, así que mi experiencia se ha ampliado a varias otras áreas del Derecho, como temas de gestión y, por supuesto, temas informáticos. Y ¿cómo me veo en 5 años más? Trabajando y con la misma o más energía, pero más que eso no puedo decir puesto que trato de vivir el día a día viendo qué oportunidades se van dando.

(IA) Soy alumna de segundo año, así que de momento me dedico a estudiar para los exámenes de Derecho Civil, Comercial y Procesal.

– Si no fueras abogada, ¿qué te imaginas haciendo?

(SM) Chef de mi propio restaurante. Y no creo que sea para nada incompatible con mi calidad de abogado.

(KJ) Lo más probable es que estaría dedicada a alguna actividad relacionada con el arte, probablemente habría retomado mis estudios de arquitectura, carrera en la cual cursé el primer año, en la Universidad de Chile. También participaría más activamente en organizaciones pro defensa de los derechos del niño, aunque actualmente de alguna forma lo hago siendo Directora de la Unión General de Mujeres Palestinas, institución de beneficencia en vías de creación, que busca realizar actividades de apoyo a niños y ancianos tanto en Chile como en Palestina.

(BM) Si alguna vez me imaginé estudiando otra cosa, ya se me olvidó… Pero con o sin título de abogado, me imagino teniendo mucho más tiempo para hacer lo que más me gusta: viajar por el mundo, viviendo una temporada en Europa y otra en Asia, y probando los colores y sabores de miles de lugares.

(IA) De todas maneras en una carrera humanista: historia o ciencias políticas, quizás. Aunque antes de ingresar estaba entre Derecho y Teatro. Incluso di la prueba especial y todo. Pero al final creo que para carreras con un campo laboral tan restringido hay que estar mucho más seguro de que es lo que uno quiere seguir haciendo más adelante. Opté por la versatilidad que me brinda el Derecho y la oportunidad de seguir buscando un área en la que sí quiera desarrollarme más adelante.

– Lo mejor y lo peor de ser abogada ha sido….

(SM) Lo mejor es sentir que puedo desarrollarme en cualquier área si me lo propongo. Y de hecho, ésa es mi experiencia de vida profesional hasta ahora. Lo peor… En verdad no tengo nada que destacar como negativo, pues he hecho lo que me ha parecido mejor en cada etapa de mi vida profesional y soy una agradecida de las oportunidades que la vida me ha presentado.

(KJ) Lo mejor es la gama de posibilidades que tiene un abogado para desarrollar la profesión y el ejercicio en sí. Me gusta, lo encuentro muy entretenido y motivador. Lo peor, lejos, fueron los años de estudio. En la universidad lo pasé muy bien en cuanto a amigos, ambiente, etc., pero el estudio en sí, para mí al menos, era muy fome. De hecho, mi percepción de la carrera cambió recién cuando empecé a ejercer como abogado.

(BM) Lo mejor es tener las herramientas para poder trabajar en distintas áreas propias de la profesión  y otras que no necesariamente lo son. La amplitud de áreas y opciones son el mayor atractivo de ser abogado. Lo peor son los 5 años en la universidad, con exámenes orales y el “bendito” examen de grado… Una pesadilla.

(IA) Lo peor, lejos, son los nervios antes de las pruebas orales. Lo mejor es cuando te das cuenta de que todo el tedioso estudio, que a veces parece muy abstracto, tiene una aplicación real que se vuelve una herramienta útil para muchas cosas.

– ¿Cuál crees que será el tema que marcará la agenda legal del 2014 y por qué?

(SM) Cómo destrabar la paralización de proyectos que han sido víctimas del activismo judicial que ha sepultado proyectos mineros y eléctricos restando competitividad al país. Más temprano que tarde nos arrepentiremos si no nos hacemos cargo responsablemente del abuso del derecho en estas materias. Y los abogados tenemos mucho que aportar en ello. En ese mismo sentido, y siempre apuntando hacia la competitividad de Chile, me parece también que pensar en la eliminación del DL 600 orientado a dar estabilidad  a la Inversión Extranjera en Chile no va en la dirección correcta, sino todo lo contrario.

(KJ) Yo creo que van a seguir las “movilizaciones sociales” como se han venido dando en los últimos años. Siempre relacionadas con temas del lucro, ya sea relacionado con la educación, salud y las AFP, porque son temas no resueltos.

(BM) Claramente el tema de la educación y la reforma tributaria que conlleva, así como el tema constitucional. ¿Y por qué? Porque son las demandas que la ciudadanía viene reclamando hace un tiempo y ya nadie puede hacerse el sordo.

(IA) En general, la reivindicación de los derechos sociales, en especial salud y educación. Porque es muy probablemente que tengamos una Presidenta con una agenda abierta a avanzar en ciertos temas que han sido postergados y que replican la desigualdad en que vive Chile. Además, porque –de no ser estos los focos– tendremos a una ciudadanía activa exigiéndolo en las calles.

– Puesta a elegir: Jueza, Parlamentaria o Ministra de Estado. ¿Y por qué?

(SM) Paso. No tengo vocación para ninguna de esas posiciones.

(KJ) No me llama la atención ninguna de las tres. Ahora evaluando por descarte, preferiría ser Parlamentaria, se ve más atractivo que Jueza o Ministra de Estado. Desde la posición de poder que confiere estar en el Parlamento es más factible y eficiente implementar el marco legislativo para implementar cambios estructurales en todo ámbito en el país. Ahora, ser Jueza no va con mi personalidad, no me gustaría y creo que no podría integrar una institución estructurada  jerárquicamente como el Poder Judicial. ¡Con esa rigidez de horario, de trato, de todo!  A esta altura de mi vida, no duraría ahí un día. Y Ministra de Estado, lo mismo, agregándole la sobre exposición.

(BM) Quizás Ministra de Estado, porque es tremendamente gratificante trabajar en el sector público y me imagino que debe serlo aún más con el poder para decidir e incidir en mejoras para la ciudadanía desde el Ejecutivo. Aunque –para  ser honesta– ninguna de las anteriores, ya que la sobre exposición y el costo personal es demasiado alto.

(IA) Parlamentaria. Me gusta el Poder Legislativo, porque creo que es fundamental en toda democracia que este órgano sea un verdadero reflejo de la ciudadanía y que sea capaz de canalizar el dinamismo de la sociedad. A pesar del periodo de crisis por el que pasa, evidenciable en el hecho de que durante los últimos años no ha sido capaz de recoger las demandas de los chilenos, sí creo que es posible un cambio y me encantaría poder ser parte de esa construcción.

– Si tuvieras la oportunidad de poder de hacerlo, ¿qué tema de política pública pondrías sobre la mesa y por qué?

(SM) Por lejos el tema energético, del que todos hablan pero respecto del cual nadie quiere ponerle el cascabel al gato. ¿Qué matriz energética queremos tener como país? ¿Queremos seguir improvisando sobre la base de leyes que responden a momentos de crisis del sistema eléctrico ya sea por sequía prolongada, ya sea porque los envíos de gas argentino fueron interrumpidos abruptamente? ¿Cómo es posible que la minería chilena, con la importancia que ella representa en el PIB del país, sea competitiva mientras paga una de las tarifas de electricidad más altas del mundo? El Estado no puede soslayar ni pretender delegar su rol en este tema en los privados. Las empresas invierten y desarrollan los proyectos, pero es el Estado –más allá del Gobierno de turno– el que debe definir la matriz energética y su grado de diversificación para los próximos 20 o 30 años. No hacerlo significa condenar a Chile a ser un eterno país “en vías de desarrollo”.

(KJ) Claramente pondría en el tapete los Derechos de la Infancia, tan vulnerados y que están ahí, pero invisibilizados. Chile ha aprobado una serie de Tratados y Convenios destinados a la protección de los derechos del niño. Sin embargo, en los hechos no se aplican. No es posible que en este país tengan mayor protección los bienes jurídicos relacionados con el patrimonio que ellos.

(BM) Plantearía el tema de la planificación urbana para que las ciudades chilenas se tornen en lugares más amigables y vivibles, de mejor diseño y distribución, con buenas ciclovías, con más espacios públicos que den la oportunidad a la gente de hacer deportes, concurrir a espectáculos culturales o simplemente “tirarse a tomar sol”.

– Hablando de estilo: ¿Cómo esperarás este 2014 (ropa, comida, decoración, fiesta familiar, etc.)?

(SM) Para mí, el estilo de las fiestas de fin de año tiene que ver más con la creación de ritos significativos para mi entorno más cercano, que con andar corriendo como locos dentro de malls para comprar estupideces a punta de “tarjetazos”.

Lo verdaderamente desafiante consiste en regalar experiencias de vida significativas y no objetos. La creatividad en este tema es vital. En lo personal, espero la llegada del nuevo año en contacto con la naturaleza, cerca del mar, donde cargo mis pilas. Un pic nic en la playa hasta ver esconderse el sol por última vez este año, la sencillez de un pescado fresco asado en las brasas de una buena fogata preparada por mi amor y una copichuela de un buen Sauvignon Blanc son para mí un verdadero lujo. La decoración y la música corren por cuenta del mar. En cuanto al look, lino blanco y pies descalzos son más que suficiente. Un buen chal para la noche y la carpa dispuesta para dormir a la intemperie y ser despertada por el canto de los pájaros y los primeros rayos del sol en el primer amanecer del año que recién comienza.

(KJ) Espero un 2014 lleno de glamour, con muchos viajes a lugares interesantes y conociendo gente entretenida.

(BM) Una comida y luego una fiesta en la casa, con Tomás y nuestros amigos. Fuegos artificiales, mucho espumante, buena música y un baúl de disfraces para el que quiera ponerse una peluca, antifaz o el traje de Batman. La contraseña: la mejor de las vibras para recibir el 2014.

(IA) Todavía no tengo planes, pero creo que me iré un fin de semana a la playa con amigas para salir a bailar y disfrutar harto el año nuevo. Me gusta producirme para recibir el año. Es la excusa para ponerse algo más especial que para el resto de las salidas. Pero obvio que depende de adonde vaya. Me encanta el espumante y las supersticiones, como usar ropa interior amarilla para la suerte, comer 12 uvas, etc.

LISTOS PARA BRINDAR

  • La presencia masculina no podía estar ausente a la hora de hacer un balance de fin de año. Un ejercicio que no fue solo mental, sino que también implicó que ellos modelaran para recibir como corresponde el 2014 que ya se acerca.

Texto: Miguel Angel Cruz M., director editorial de LWYR.
Fotografía: Carlos Caballero V., fotógrafo de LWYR.
Producción: Nikole Rosenberg.
Vestuario: Sarika Rodrik.

Cada fin de año es un momento propicio para hacer balances tanto en lo personal como lo laboral, una práctica que quisimos aplicar a los cuatro abogados que aceptaron el desafío de LWYR para este 2013 que ya se va.

El contingente masculino en esta oportunidad estuvo compuesto por Pablo Nogueira (PN), Luis Alberto Aninat (LA), Paul Braidot (PB) y José Miguel Valenzuela (JV), quienes contestaron nuestras consultas acerca de su presente y sus expectativas para el futuro. Las respuestas fueron diversas y muestran los distintos intereses de quienes hoy ejercen en Chile la profesión de abogado.

– ¿A qué área del Derecho te dedicas y cómo te ves en cinco años más?

(PN) Derecho Administrativo y Derecho a la Seguridad Social. Pero sinceramente, si siguiera ejerciendo como abogado me imagino en una dirección profesional completamente distinta a la actual, vinculándome a la regulación de los medios de comunicación social y a la publicidad.

(PB) En la actualidad me dedico a prestar asesorías a empresas de servicios públicos y en 5 años espero haber consolidado los proyectos actuales y poder seguir evolucionando laboralmente.

(JV) En mi calidad de estudiante de Derecho aún no me he dedicado a ningún área. Sin embargo, el tema que más me apasiona es sin duda el Derecho Comercial. Es muy amplio y dinámico respecto del resto de las materias y, a la misma vez, permite tanto el desarrollo personal de la abogacía como el del emprendimiento. Es por esto que en cinco años más me imagino en el pleno desarrollo de mi emprendimiento “Chile in a box”, tanto como gerente comercial de la marca y como abogado del emprendimiento, desarrollando ambas áreas en la empresa.

– Si no fueras abogado, ¿qué te imaginas haciendo?

(PN) Por mi debilidad por los viajes y sus consecuentes aventuras, no tendría ningún problema en desarrollar cualquier oficio, cualquiera, pero siempre que fuera en el extranjero, que me permitiera conocer y disfrutar distintos lugares y culturas.

(PB) Debo señalar que todavía no soy abogado, pero de no haber estudiado Derecho me hubiera gustado ser arquitecto.

(JV) Si no estuviese a punto de egresar de la carrera de Derecho, sin duda alguna habría estudiado Ingeniería Comercial, ya que es el emprendimiento y ganas de crecer el motor que me impulsa a desarrollar proyectos y tener un espíritu de perfeccionamiento individual, y es esa carrera la que entrega las herramientas para crear una empresa propia.

– Lo mejor y lo peor de ser abogado ha sido….

(PN) Uno de los aportes más valiosos de la carrera y del ejercicio de la profesión es el bagaje o conjunto de conocimientos de todas las áreas que permiten que puedas situarte en cualquier contexto, desarrollando criterios para opinar sólidamente. Asimismo, se trata de una profesión que se puede ejercer en diversas áreas, con una gran amplitud de campo laboral.

Lo peor son las conversaciones densas y aburridas en contextos de esparcimiento. Mención especial para aquellas personas que creen que por ser abogado sabes al pie de la letra todas las normativas existentes, además de la monotonía de aquellos abogados autorreferentes respecto de los casos que han defendido y que no revisten mayor interés.

(PB) Lo mejor es que –dada la formación que nos brindaron– te puedes desenvolver en muchas áreas de la vida. Lo malo es que el resto de la gente tiende a considerarte como una persona bastante cuadrada.

(JV) Lo mejor de ser estudiante de Derecho es la amplia gama de áreas en las que me imagino una vez titulado podría elegir para dedicarme el día de mañana, aunque yo siempre supe cuál era la que me gustaba más. Hay amigos y compañeros que no saben qué hacer a futuro y el Derecho no cierra ninguna puerta. Sin embargo, lo peor han sido las largas noches de estudio y lectura a las que uno se debe someter para aprobar los ramos, ya que muchas veces no basta con estudiar durante el día. La materia es tan larga, densa y difícil de digerir, que se requiere de largas jornadas de estudio.

– ¿Crees que el próximo cambio de Gobierno introducirá nuevas temáticas en la agenda legislativa nacional? ¿Qué temas serían y por qué?

(PN) Honestamente, creo que no habrá mayores novedades en cuanto a la agenda legislativa del nuevo gobierno, considerando que ellas ya están expresadas y desarrolladas en sus respectivos programas.

No obstante lo anterior, desde el punto de vista de mi actual desempeño laboral, me interesaría saber cuál será el alcance de una eventual Administradora de Fondos de Pensiones Estatal, si únicamente tendrá por objeto competir respecto de aquellas de naturaleza privada en relación a las comisiones cobradas y si con ello se piensa que se solucionará el problema de las bajas tasas de reemplazo actuales. Además, sería importante saber si la inversión de los fondos previsionales que realice esta Administradora tendrá un enfoque distinto, privilegiando, por ejemplo, la infraestructura nacional de primera necesidad (escuelas, hospitales, entre otras).

(PB) En general, se han planteado diversas modificaciones que tienden a una reforma tributaria, al régimen del matrimonio, cambios constitucionales y en materia educacional. Todos los temas planteados pretenden generar la igualdad de oportunidades y mejorar las perspectivas de la sociedad en general.

(JV) El tema medioambiental es definitivamente una temática que cada vez está tomando más fuerza en nuestra sociedad. La escasez de agua, la destrucción de las mineras y la construcción de  centrales termoeléctricas no han dejado indiferente a nadie últimamente. Es por esto que creo que en un futuro cercano se tendrá que legislar y modificar muchas leyes respecto de este tema. La gente está saliendo a las calles a apoyar nuestra naturaleza y el cuidado del medio ambiente, y el próximo gobierno no podrá hacer oído sordo. La alta votación del candidato Sfeir, sobre todo en las comunas más pudientes de nuestro país, no es una casualidad, pues las personas con un alto nivel de educación están pidiendo un cambio y en un futuro cercano motivarán a otros estratos sociales también y los próximos gobiernos se tendrán que pronunciar.

– Si tuvieras la oportunidad de ser un legislador, ¿qué tema pondrías sobre la mesa y por qué?

(PN) Dado mi particular interés respecto de los medios de comunicación y publicidad, considerando algunos acontecimientos en que se han visto envuelto ciertos personajes públicos  y a pesar de lo restringido del alcance de la moción, me parece interesante regular la responsabilidad que le cabe a los prestadores de servicios o proveedores respecto de los rostros publicitarios en el evento que los servicios o productos promocionados perjudiquen su imagen social.

(PB) Buscaría debatir acerca del reconocimiento de derechos básicos para todas las personas, como el derecho a una pronta y eficaz cobertura de salud, como además un sistema de pensiones mínimas que representen un porcentaje importante de las rentas percibidas en la vida laboral, además buscaría equilibrar las actividades productivas con el respeto al medio ambiente y a la sustentabilidad del país.

(JV) Si tuviese la oportunidad de ser un legislador, sin duda pondría sobre la mesa el tema ambiental, me apasiona en lo personal y creo que en el Congreso no tiene un verdadero representante que vele por él. Los partidos políticos y sus legisladores se preocupan naturalmente de las personas y su integridad, además del desarrollo económico, pero es muy complicado proponer un desarrollo material en armonía con el medio ambiente, y en base a esta dificultad nadie se las juega por ayudar a la naturaleza y a sus especies. Por eso yo sería un fiel representante del medio ambiente.

– ¿Donde crees que se hace necesaria una mejor administración de justicia: en los tribunales civiles, penales, de familia o laborales, y por qué?

(PN) Sin perjuicio de reconocer los avances en materia procedimental de derecho penal, de familia, laboral y recientemente medioambiental, continúa pendiente la modernización en el ámbito civil. En efecto, el difícil acceso a la justicia civil, la dilación y congestión de los procedimientos, y la casi nula existencia de mecanismos alternativos de resolución de conflictos, son elementos negativos de la actual administración de justicia en ese ámbito del derecho.

En este contexto, el litigio civil se presenta como estrategia de negociación considerando que su diseño posibilita retrasar el cumplimiento de las obligaciones, o utilizándose con la finalidad de pactar condiciones favorables para el cumplimiento de las mismas.

Por otra parte, en el ámbito constitucional, cabe cuestionarse la transformación de la acción de protección, desde su naturaleza cautelar, a ser concebida como un contencioso administrativo.

(PB) Si bien el foco de mi actividad no está puesto en la administración de justicia, dada la repercusión pública que tienen algunos casos, creo que debieran revisarse algunos procedimientos en materia penal, aunque también debiera avanzarse en una reforma de la justicia civil.

– ¿Qué fue lo mejor de este año 2013 para ti en lo personal?

(PN) En lo profesional, luego de 2 años de estudio, obtuve mi título de LLM-Magister en Derecho Regulatorio en la Pontificia Universidad Católica. No es fácil mantener constancia y rendimiento paralelamente en el estudio y trabajo.

Por otra parte, además de confirmar el cariño incondicional y unión de mi familia, se logró consolidar mi gran grupo de amigos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile. No obstante los compromisos laborales y familiares recientemente contraídos, logramos alcanzar un 100% de asistencia todas las noches de los últimos jueves de cada mes en algún restaurant, de un grupo de 10 hombres. Es impagable tener una noche masculina mensual para recordar viejas anécdotas de la época universitaria, así como para enterarse de las nuevas.

(PB) Ha sido poder ver materializados algunos proyectos que inicié, así como descubrir capacidades nuevas y que se puede contar con el círculo más cercano.

(JV) Lo mejor de este año 2013 ha sido mi crecimiento espiritual, que si bien viene desde hace un par de años creo que ahora lo maduré y desarrollé hasta casi sentirme pleno. Estoy en una época en la cual estoy terminando la universidad y, a la vez, cerca de iniciar mi empresa, por lo que sin duda estoy en una época de transición desde mi etapa universitaria al gran salto de la vida profesional. Y esto no sólo significa recibir el título y empezar a trabajar, sino que es mucho más que eso. El título y la práctica del Derecho se debe alcanzar con un cierto nivel de madurez, y no se puede ser aún un niño en la época que me encuentro.

– ¿Cómo viviste la experiencia de la sesión fotográfica?

(PN) Es la primera vez que participo en una producción fotográfica y me sentí demasiado “valioso”, considerando el traje utilizado. En cuanto a las mujeres, la producción fotográfica me confirmó que es inherente a ellas tomarse su “debido” tiempo para arreglarse, y que con un buen traje frente a un lente de cámara adoptan una actitud que ya muchos desearían tener en exclusividad.

(JV) Una vez realicé una sesión de fotos para una marca, pero fue muy distinto. Mucho más serio y fome. Esta vez fue divertidísimo, me reí mucho y todos los compañeros fueron muy simpáticos, por lo que sin duda me quedo con esta sesión para la revista. Creo que en cualquier ámbito en la que uno desarrolle una actividad económica, las risas y entretención pueden estar. No es necesario ser serio y frío, pues mientras se realice con respeto no hay problema, sobre todo en área del Derecho en el que somos vistos tan distantes. Quizás agregarle un poco de diversión al día a día puede alegrar más de un corazón.

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