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“El automovilismo de velocidad en Chile está de capa caída”

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  • Pese a este lapidario diagnóstico, la pasión del abogado Rodrigo Velasco por este deporte se mantiene intacta y esta misma razón lo llevó a escribir su segundo libro sobre la disciplina en Chile, una obra que ya está disponible para el deleite de todos los fanáticos de las tuercas.
Texto: Miguel Angel Cruz, director editorial de LWYR.
Imágenes: Gentileza de Rodrigo Velasco.

 

El entusiasmo que siente por el automovilismo es innato en él y se nota en la forma como se refiere a esta disciplina. Y es que el abogado Rodrigo Velasco lleva marcado el tema en los genes, pues su abuelo fue pionero de este deporte en Chile al ser el primer automovilista en unir Santiago y Concepción en 1914; mientras que su padre, Eugenio Velasco Letelier, fue corredor de Turismo Carretera y Campeón Nacional en la década de 1950.

Su niñez giró siempre en torno a los autos, por lo que salir a probar el auto de carrera paterno era un panorama habitual de fin de semana, al igual que ir en familia a ver correr a su progenitor cuando había competencias.

– Ha sido piloto de Rally, dirigente e historiador del automovilismo chileno. ¿Cómo ha podido compatibilizar su gran pasión, con el ejercicio de la docencia y la profesión de abogado?

– Mi padre fue el modelo a seguir. Él fue profesor de Derecho civil, director de la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile y decano de esa Facultad por muchos años, lo que no fue obstáculo para que tuviera tiempo para ser corredor de autos, dirigente deportivo y escribir varios libros. Seguí su ejemplo en varios planos, aunque guardando las distancias, ya que él era personaje y figura nacional, tanto en la docencia, el deporte motor (como corredor y dirigente) y la pasión por investigar y escribir.

Mientras estudiaba Derecho participé como copiloto de mi hermano en mis primeras carreras y, ya titulado, pude comprar mi primer auto de carreras y dedicarme a las competencias.

– ¿Cuándo y cómo se decidió a incursionar en la literatura?

Libro2– Mi primer libro fue jurídico, sobre Derecho Procesal, titulado La Pretensión en el Proceso Civil Chileno publicado en 1988. En el tema de los autos, mi primer libro ¡Coche a la Vista! se publicó en 2007, luego de investigar por cinco años.

Creo que la muerte de mi padre fue uno de los hechos que me impulsó a dejar un testimonio escrito de la historia del automovilismo chileno, ya que nada se había escrito antes, cosa que él siempre me recalcaba. Su ejemplo y todo lo que viví en mi infancia y juventud en el mundo de las carreras de autos fueron elementos muy relevantes en mi decisión, aparte de que siempre me gustaron la historia y el castellano, desde la época del colegio.

– En ¡Rugen los Motores!, su segundo libro extra judicial, aborda el desarrollo del automovilismo chileno desde 1950 en adelante. Como escritor, ¿fue una experiencia distinta a la de su primera novela?

– El nuevo libro abarca todos los Grandes Premios de carreteras entre 1950 y 1975, además de otras competencias relevantes en autódromos y circuitos callejeros. Esos años son considerados como la época dorada del automovilismo de Turismo Carretera, cuando se corría por caminos y carreteras entre ciudades. ¡Rugen los Motores! es cronológicamente una secuela de mi primer libro, por lo que la experiencia fue similar y me demoré en investigar y escribirlo casi lo mismo.

– En el ejercicio de la profesión se ha especializado en el Derecho de la Propiedad Intelectual, específicamente marcas comerciales, nombres de dominio, licencias. ¿Recuerda algún caso o juicio en particular donde sus clientes o la contraparte hayan sido empresas del mundo “tuerca”?

– Me tocó defender en un juicio al famoso corredor brasileño y campeón de Fórmula Uno Ayrton Senna, cuyo nombre había sido usurpado y registrado como marca en Chile por un comerciante, quien –haciendo gala de la viveza criolla– quiso aprovecharse de la fama mundial de Senna en su propio beneficio y sin pagarle un peso. El juicio lo gané en definitiva, así es que no se salió con la suya. Por cierto que defender a semejante celebridad del automovilismo internacional fue mucho más que un honor para un abogado tan “tuerca” como yo.

Rodrigo Velasco durante la presntación de su último libro.
Rodrigo Velasco durante la presentación de su último libro.

– ¿Ha tenido la oportunidad de conocer circuitos de Fórmula 1 o es fanático de alguna escudería en particular?

– Afortunadamente he visitado varios circuitos, ya que me fascina la Fórmula Uno y soy fanático de Ferrari. El más entretenido y con mayor glamour es el circuito callejero de Montecarlo, pero por la velocidad de los autos el que más me ha impresionado ha sido Monza, en Italia, y por dificultad, Nurburgring, en Alemania.

– En la actualidad, para la mayoría de los chilenos, el automovilismo no es un deporte mayormente cubierto por los medios. ¿En qué estamos hoy desde el punto de vista de las competencias y torneos? ¿Quiénes a su juicio son los mejores exponentes del mundo de las carreras hoy?

– Creo que la Fórmula Uno es seguida por la gran mayoría de los aficionados chilenos, ya que es la categoría reina del automovilismo mundial. A nivel local las competencias del Rally Mobil son las más profesionales, ya que acaparan mucha atención del público en todas las ciudades que recorre durante el año. Desgraciadamente, el automovilismo de velocidad en Chile está de capa caída hace años. No existe como deporte profesional y sólo subsiste gracias a competencias amateurs de clubes de entusiastas que financian todo de su bolsillo.

En este sentido, es muy destacable lo que hace el CASV (Club de Autos Sport Vitacura, del cual fui uno de los fundadores), que organiza actualmente un campeonato para autos de carrera históricos y clásicos -en distintos autódromos- y en el que participa un buen número de aficionados, con automóviles muy bien presentados y preparados. Es, tal vez, la mejor muestra del automovilismo de velocidad amateur.

– ¿Dónde ha sentido mayor adrenalina: al volante de un auto de carrera o en un juicio tremendamente importante?

– ¡Mucho más corriendo en auto! Especialmente en las antiguas carreras por carreteras, en las que se pasaba por pueblos y ciudades, ya que casi se me erizaban los pelos de emoción cuando veía a los miles de espectadores que vibraban, saludando y haciendo flamear sus pañuelos o banderitas a nuestro paso. El riesgo de atropellar a alta velocidad a los aficionados más imprudentes obviamente que hacía fluir la adrenalina. Esos grandes premios eran una verdadera fiesta nacional y Chile entero se paraba para movilizarse a ver pasar los autos de carrera a la vera de los caminos.

 

[box type=»shadow» align=»aligncenter» ]Rodrigo Velasco S. es socio administrador del Área de Propiedad Intelectual del estudio Alessandri y ha participado como relator y conferencista en múltiples encuentros y seminarios nacionales e internacionales sobre materias de su especialidad.

Ha sido vicepresidente y miembro del directorio de la Asociación Chilena de Propiedad Industrial (ACHIPI) y delegado de Chile ante el Comité Ejecutivo de la Asociación Internacional para Protección de la Propiedad Industrial (AIPPI). Es miembro activo de la Asociación Internacional de Marcas Comerciales (INTA), de la Asociación Interamericana de Propiedad Industrial (ASIPI) y es delegado de Chile ante el Comité Ejecutivo de la Federación Internacional de Consejeros en Propiedad Industrial (FICPI).

Actualmente integra el Panel de Árbitros y Mediadores del Centro de Arbitraje y Mediación de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI). En 2012 fue nombrado Embajador Regional de la Cámara de Comercio Internacional (ICC) para Propiedad Intelectual. Es miembro titular de la Comisión de Ética de ACHIPI (2014 – 2017). En 2014 fue reconocido como “Abogado del Año” por la publicación Best Lawyers 2015 , en la especialidad de Propiedad Intelectual en el capítulo dedicado a Chile.[/box]